El orgullo de los Solano

Difícilmente se podría encontrar en estos momentos en el mundo una familia más feliz que los Solano Preciado.
Este hogar conformado por Luis Solano y Myriam Preciado vive una alegría in-mensa que no se puede describir con facilidad.
Tener a dos hijos jugando en las Ligas Mayores es una emoción que no se vive todos los días, y si a eso se le agrega que ambos se encuentren en bandos contrarios el mismo día, en el mismo diamante, y uno de ellos debuta con un doblete, eso ya es demasiado.
Dónovan y Jhonatan Solano están que no creen en nadie. Ambos debutaron en la Gran Carpa conectando de hit en su primer turno. Primero lo hizo Dónovan, el menor, a quien Jhonatan llevaba al estadio a practicar cuando jugaban en el barrio La Victoria.
Dónovan lo hizo un 20 de mayo, pero estaba solo. Jhonatan lo hizo la noche del 29 del mismo mes, solo que esta vez estaba enfrentando a su hermano menor, mientras que sus padres estaban en las graderías del estadio Miami Park.
“No puedo describir lo que estoy sintiendo ahora, es una alegría muy inmensa. Esto lo soñamos desde que comenzamos a jugar béisbol y se nos hizo realidad”, dijo Jhonatan desde Miami.
“Desde el 19 de mayo eso ha sido una gran felicidad para la familia” apuntó Luis Solano.  
La felicidad se intensificó aún más el lunes cuando Jhonatan los llamó para avisarles que también vestiría un uniforme de grande ligas. Luis y Miriam pensaron que verían el juego del martes por televisión, pero una llamada inesperada le entregó otra buena noticia. Dónovan los llamó y les dijo que ya les había puesto los tiquetes aéreos para que viajaran a Miami a ver el juego en el cual sus hijos se iban a enfrentar.
Anoche se enfrentaron nuevamente los Marlins y los Nacionales y el triunfo fue para los primeros 5-3.
Jonathan Solano se fue de 3-0, con un ponche, mientras que Dónovan entró de bateador emergente y recibió base por bolas.,
Jonathan tiene un promedio de .250 (4 turnos y un hit) y Dónovan tiene .500 (8 turnos y 4 hits).