El "papelón" de Lara y sus dirigidos

Mientras que el técnico Eduardo Lara recibe duras críticas de los medios de comunicación por la derrota 3-1 de Colombia en condición de visitante ante Uruguay, muchos de los aficionados amanecieron ayer con calculadora en mano analizando las posibilidades que tiene la “tricolor” de estar en el Mundial de Sudáfrica 2010. Diarios influyentes de la Capital de la República le cayeron con todo a Lara y lo señalaron como el principal responsable de la derrota ante los “charrúas” por considerar que esté no movió el banco a tiempo y no leyó de la mejor manera las necesidades que planteó el juego. De otra parte, haber amanecido golpeados con la derrota no evitó que un buen número de aficionados comenzara a hacer sus propias cuentas de cómo se podría llegar a Sudáfrica. Decir que Lara tiene una gran responsabilidad en la derrota inesperada ante los uruguayos es un acierto, pero abrigar una esperanza, aunque sea mínima, de poder llegar al Mundial no es cosa de locos. Es claro que el técnico vallecaucano “metió las patas” hasta el fondo porque le quedó grande la lectura del juego y, además, que cuando hay una luz o una opción matemática no se puede renunciar a ella. Hay quienes le han dado a Lara hasta con el balde por sus equivocaciones ante Uruguay y también quienes han decidido seguir soñando, pues en la jornada número quince ninguno imaginó que Colombia ganaría y que además se le darían cuatro resultados a favor que le dejaron servida la clasificación. Algo debe saber Francisco Maturana, ex técnico de la Selección Colombia, cuando afirma que el fútbol es un deporte en donde todos tienen un poco de razón. Lo único cierto es que por estos días a Lara le tocará aguantar las fuertes críticas de la prensa, justas desde todo punto de vista, y que serán muchos los colombianos que se la pasarán haciendo sumas y restas para ver cómo meten a Colombia a la fuerza en el Mundial. Todos tienen derecho a opinar, el fútbol da para eso. Sin embargo, por ahora pensemos en que no sirve de nada convocar de manera acertada a la Selección a los jugadores que atraviesen el mejor momento, como efectivamente sucedió, si éstos cuando entran a la cancha no sudan la camiseta de su país como debe ser, juegan pensando en el bien individual, se asustan ante la adversidad y al final terminan haciendo tremendo “papelón”...