El Profe Montoya tiene mayor sensibilidad

Si mover el dedo índice de una de sus manos significó el año pasado una gran proeza, imagínese como puede estar de satisfecho por estos días el técnico Luis Fernando Montoya al sentir nuevas partes de su cuerpo.
Todo eso ha sido gracias a su empeño por “volver a dirigir en el fútbol así sea en una silla de ruedas”, a la terapia de rehabilitación que desarrolla con su fisioterapeuta Andrea Areiza, a las sesiones con el motivador Luis Alfonso Sosa y a los lunes de reflexología con la religiosa Cecilia Inés Granado Díaz.
Montoya, a quien le gustó mucho el buen debut del Itagüí y considera muy interesante la nueva edición de la Liga Postobón, reconoce que todavía le falta mucho para superar su cuadriplejia.
Sin embargo, los “movimientos leves que hago con esfuerzo me generan optimismo y me ponen a soñar con mi recuperación para alcanzar un mejor estilo y volver a mi pasión: la dirección técnica”.
El estratega antioqueño espera que sus avances de salud le sirvan para desarrollar una mejor labor como integrante del grupo de trabajo que conformó el Inder de Medellín para promocionar el Mundial sub20 en los barrios y universidades.
“Soy consciente de que mi recuperación es un proceso lento, pero con la fe en Dios continuaré esforzándome, porque el despertar sensibilidad en mi cuerpo significa que voy bien”, contó.