El señor de la motivación

El puertorriqueño Carlos Baerga Ortiz soñó desde ni-ño con ser Grandes Ligas. Era tanto su talento único que llegó muy rápido a la Gran Carpa (a los 20 años). Pero la fama y el dinero le alteró su vida personal. Po-dríamos decir que llevaba dos vidas: en su casa, en Cle-veland, el esposo y padre ejemplar y de visitante, era otra persona, bebedor y “mujeriego”. Fue un episodio que lo-gró superar gracias al apoyo de su esposa Miriam Laboy y de Dios. Hoy cuenta su ex-periencia a la juventud con conocimiento de causa y con la convicción de poder mos-trarle el camino correcto a la niñez y a la juventud. Ayuda a 25 entidades be-néficas de todo el mundo. A niños de escasos recursos, desprotegidos, mujeres y hombres con sida. Baerga, segunda base puertorriqueño, que brilló con luz propia con los Indios de Cleveland a mediados de los 90, está en Cartagena, predi-cando el Evangelio y llevando su testimonio a la juventud para superar todos los obstá-culos que se presenten en la vida. Baerga es un personaje de la historia de las Grandes Li-gas. Posee varios récords en la Gran Carpa difícil de igualar: es el único que ha bateado dos jonrones seguidos en una misma entrada (con la derecha y la izquierda), y el primer intermedista en batear por en-cima de .300 de average, más de 100 carreras remolcadas y anotadas y 200 hits. “Yo no sabía del récord de dos jonrones en un mismo in-ning sino hasta que finalizó el juego. Soy además el único se-gunda base en la historia que he impuesto ese récord ofensi-vo average, impulsadas y no-tadas en dos temporadas con-secutivas con los Indios: 1992 y 1993”, asegura con su acento borinqueño. “Cartagena me hace re-cordar a mi Puerto Rico, me siento como en casa. Es una ciudad preciosa con gente muy amable”, dice. ¿Qué vino hacer a Carta-gena? -Vine a participar en el seminario de finanzas y moti-vación para jóvenes, aquí en la Iglesia Cristiana Familiar Ríos de Vida. Estaremos mañana (hoy), de 5 de la tarde a 9 de la noche. Invito a toda la ju-ventud. ¿Usted es quien puede contar su historia, la vivió? -Sí. Quiero motivar y lle-varle un mensaje a la juven-tud, no importa tu pasado, cómo hayas caído, deja atrás los errores, lo importante es que te puedas levantar, agarrar a Dios para poder superarte en la vida. Yo nací pobre, a los 20 años, ya era estrella del Béis-bol, toque la fama y el dinero, pero en un momento se me olvidó de dónde vine, no tomé decisiones correctas. Pero gra-cias a Dios mi vida cambió. ¿Cómo pudo tomar el ca-mino correcto? -Con la fama provee todo lo que el mundo me ofrecía. Gracias a mi esposa, gracias a sus oraciones logré tomar el camino correcto. Me decía: acuérdate que no fueron tus fuerzas las que te llevaron a la gloria, fue la gracia y la mise-ricordia de Dios. ¿Usted es pastor? -No. Soy un servidor de la iglesia, no soy fanático como muchas personas. Lo impor-tante es ser una luz en medio de las tinieblas. Quiero ayudar a la juventud. ¿Vive cómodamente? -Gracias a Dios sí. Pero por cometer errores perdí mu-cho dinero. ¿Qué le dejó el béisbol? -Viajé a diferentes países, estoy en la historia de las Grandes Ligas, pero no cam-bio nada de lo que estoy ha-ciendo ahora por el béisbol, estoy agarrado del Señor. ¿Quién es mejor Cabrera o Rentería? -Me metes entre los palos (risas). Ambos son amigos, grandes jugadores, sus carreras son similares, buenos campo-cortos, tienen dominio pro-pio, son queridos. Y lo más importante tienen anillo de campeones mundiales. ¿Gigantes o Filis? -Estoy con Gigantes. El bateo de los Filis se ha caído. Rentería merece otro anillo. Tampoco veo a los Yanquis para ganar el banderín. Los Ran-gers se merecen ir a la Serie Mundial.