Europa rompió esta vez la hegemonía de Sudamérica en el Mundial Sub-20

El histórico primer título de Francia en el Mundial Sub-20 de fútbol, tras superar a Uruguay (4-1 en penales tras 0-0) este sábado en la final de Estambul, permitió a Europa conseguir su primera corona en este torneo en catorce años, rompiendo por una vez la hegemonía de Sudamérica.
De las diez ediciones anteriores, ocho habían ido para equipos de la zona Conmebol, un dominio casi absoluto que desde 1993 sólo había roto España con el título de Nigeria-1999 y Ghana con el de Egipto-2009.
Ese éxito de España era el último de los seis conseguidos por Europa, que ahora eleva su cifra a siete, aunque todavía queda lejos de Sudamérica (11), la gran dominadora de la historia de esta competición.
La tradicional batalla Conmebol-UEFA por el reinado del fútbol mundial se presentaba especialmente interesante en esta ocasión, ya que los sudamericanos acudían a la cita sin sus dos potencias históricas, Argentina (6) y Brasil (5), los grandes dominadores del palmarés y que no obtuvieron esta vez su billete.
Eso hacía que muchos apuntaran a España como la gran favorita, con la Francia de Paul Pogba como alternativa, pero Uruguay se invitó a la fiesta y, a pesar de no entraba en principio en los pronósticos de favoritos, derribó a la Rojita en los cuartos de final.
Eso impidió una final España-Francia, como muchos esperaban, pero los galos terminaron con el sueño charrúa en el último partido y permitieron a la UEFA apuntarse el triunfo en esta ocasión.
Las semifinales habían sido plurales, con un equipo de cada confederación, ya que estaban además un africano (Ghana) y un asiático (Irak), pero ambos se estrellaron ante la jerarquía de Sudamérica y Europa.
Asia fue una de las protagonistas de este Mundial Sub-20, donde seis de las siete ciudades sedes del torneo estaban situadas en la parte asiática de Turquía.
No consiguió igualar el subcampeonato de Japón en Nigeria-1999, pero pudo colocar por primera vez a tres equipos en los cuartos de final (Irak, Corea del Sur, Uzbekistán) y entre ellos los iraquíes fueron la gran revelación y la sensación de la competición.
Los 'Leones de Mesopotamia', en un país sacudido por los atentados y con una gran falta de medios, asombraron a todos con un fútbol rápido y valiente, que les permitió llegar hasta las semifinales y rozar allí el sueño.
Se adelantaron 1-0 a Uruguay y mantuvieron la ventaja hasta el minuto 87, cuando Gonzalo Bueno igualó, forzó la prolongación y allí la fortuna sonrió a la Celeste y dejó en lágrimas a los jugadores iraquíes y a los hinchas, que tomaron partido claramente por el país vecino.
Irak hizo historia de todas formas al lograr su primer pase a una semifinal de un Mundial FIFA, en cualquier categoría, y terminó su participación con un cuarto puesto, tras perder este sábado en Estambul ante Ghana (3-0) en la lucha por el bronce.
Los ghaneses, como de costumbre en esta cita juvenil, fueron otra de las sensaciones del torneo, tras una primera fase donde estuvieron muy cerca de caer eliminados y pasaron como unos de los cuatro mejores terceros.
En octavos y cuartos remontaron partidos que parecían tener perdidos, a Portugal (3-2) y Chile (4-3), pero en semifinales se toparon con Francia y un doblete de Florian Thauvin (2-1), que hundió sus esperanzas de emular al equipo que fue campeón en El Cairo hace cuatro años.
La gran decepción de este Mundial Sub-20 fue sin embargo la zona Concacaf, que vio cómo tres de sus equipos (Estados Unidos, Cuba, El Salvador) quedaban fuera ya en la primera fase y sólo uno, México, pasaba a los octavos, además con mucho sufrimiento y un pobre balance de un triunfo y dos derrotas.
En esos octavos, los aztecas dieron una buena imagen, pero terminando perdiendo en el descuento ante España (2-1), poniendo punto final a la aventura.
Oceanía, representada con Nueva Zelanda -sede del próximo Mundial Sub-20 en 2015-, se fue del torneo sin hacer ruido, con tres derrotas en su grupo.