Frieri se abre paso

Ernesto Frieri vive el momento más sublime de su vida. Está en Grandes Ligas, su gran sueño desde niño, y sus lanzamientos están haciendo estragos a los bates de sus rivales. Es la noticia del momento en Colombia. La historia registra que es el noveno colombiano en llegar al Béisbol Supremo y el segundo lanzador, luego de Emiliano Fruto. El espigado pitcher, nacido en Sincerín (Bolívar), fue subido por los Padres de San Diego el 16 de julio, luego que el relevista derecho Mike Adams se lesionara. Sus extraordinarios números están dando de qué hablar en la prensa de San Diego. En 8 apariciones, no ha permitido carreras, solamente le han conectado un hit, una base por bolas, ha recetado 14 ponches en 7 entradas y un tercio. Frieri, de 25 años, sabe que podría retornar al equipo Portland Triple A. Pero por ahora vive y disfruta al máximo su estadía en la Gran Carpa. Luego de los tres ponches seguidos que le propinó el lunes a los Dodgers de Los Angeles para cerrar en forma magistral el noveno episodio, los fanáticos anhelan que el “Caballo” de Sincerín se convierta en el verdadero ídolo del deporte colombiano. El Universal dialogó con el pelotero bolivarense sobre su llegada a la cúspide del “rey de los deportes”, la manera cómo tocó el cielo y la fórmula para quedarse por siempre allá a donde solo llegan las estrellas. ¿Cómo fue ese momento el día que lo subieron? -Fue el 16 de julio, un momento de satisfacción y de alegría inmensa. Yo estaba en el hotel, acababa de llegar a Filadelfia del Juego de Estrellas de Triple A, estaba muy cansado, pero al recibir esa noticia se me quitó el sueño. Me llamó uno de los gerentes de los Padres y me dio la noticia. ¿Sintió lo mismo que el año pasado o ya lo presentías? -La verdad, este año yo tenía mucha fe de que me dieran el chance. Era un poco frustrante porque el equipo estaba bien de lanzadores. Pero siempre mantuve la calma. La felicidad fue la misma que tuve el año pasado. Este año me siento más preparado. ¿Cuántas entradas? -He lanzado siete entradas y un tercio en ocho partidos. ¿Cómo vive usted cada llegada al montículo? -Cada vez que tengo la oportunidad de ir al montículo trato de disfrutar lo que hago siempre. Salgo brincando hacia la loma con esa alegría que siempre me ha caracterizado, con la fe y la confianza de que todo va a salir bien. ¿Que le dice el mánager Bud Black? -Está muy contento conmigo, muy emocionado por lo que he venido haciendo. Siempre me da consejos, me dice en lo que tengo que mejorar, pero más que todo siempre me felicita y disfruta de lo que hago en la lomita. ¿Cuántas millas está lanzando? -Aquí en grandes ligas he lanzado hasta 96 millas. Me puedo mantener entre las 93 y 94. Lo más importante es la localización de la pelota, no la velocidad. ¿Su rol será de preparador o tapón? -Por ahora no se que rol pueda ser. Lo único que tengo claro es que sea cual sea voy a hacer mí trabajo. Yo se que soy joven en el equipo, que tengo que ganarme la confianza y a eso he venido para demostrar mis condiciones. Si el mánager decide colocarme en un rol específico estaré preparado para eso. ¿Qué le dicen sus compañeros? -Ellos siempre contentos cuando salgo a lanzar, me hacen muchas bromas porque soy el más joven del equipo. Antes del juego tengo que colocarme un bolso de niño en donde llevo confites, dulces y caramelos. Es como una penitencia que tengo que hacer todos los días por el hecho de ser el novato del equipo. Pero yo tomo eso como broma y no como ofensa, porque si ese es el precio que tengo que pagar por llegar a grandes ligas, lo pagaría por todo el resto de mi vida. ¿Cuál es su sueño? -Desde niño, allá en Sincerín, he tenido muchos sueños. Gracias a Dios se me están haciendo realidad. Pero el sueño mas grande que tengo es el de mantenerme por muchos años aquí en grandes ligas para ayudar a mi familia y al mismo tiempo ser un buen ejemplo para los jóvenes que quieren seguir mis pasos. ¿14 ponches, bastante? -Sí, bastante, en 7 entradas y un tercio. Respecto Emiliano Fruto, el primer lanzador que tuvo Colombia en grandes ligas, no se cual fue su récord. ¿La fórmula para mantenerse? -Todo es difícil aquí en este deporte. Lo que hay que hacer para mantenerse es estar saludable, sin lesiones, trabajar duro para estar listo todo el tiempo. Tratar de aprender lo mas rápido posible. Son muchas cosas que tenemos que tener en cuenta que son las que consagran a un jugador en Grandes Ligas. En Grandes Ligas respetan mucho al titular, el derecho relevista, Mike Adams está recuperado, sería injusto que a usted lo bajen nuevamente... -Si deciden bajarme lo tomaría con calma porque hice lo que tenía que hacer. Hay cosas que no se pueden controlar y solo queda pedirle a Dios que me ayude a mantenerme aquí. Si le tocara enfrentar a Édgar Rentería, su ídolo, cómo lo haría? -Si algún día me tocara enfrentar a Rentería sería como que ver otro de mis sueños hacerse realidad. Disfrutaría al máximo ese duelo y espero ganarlo. Le lanzaría mis mejores pitcheos para tratar de dominarlo. ¿Qué le diría después de terminar el juego? -Que ya se me ha cumplido otro sueño al enfrentarlo. Nuevamente le daría las gracias por inspirarme a jugar béisbol. ¿Un sueño? -Jugar por muchos años en las grandes ligas. ¿Un amor? -La vida, lo afortunado que he sido por estas bendiciones que Dios me ha dado. A la hermosa carrera que tengo y por supuesto a mi familia y mujer que siempre me han apoyado. ¿Un deseo? -El de todo colombiano de buen corazón, el de todo colombiano que lucha por hacer reír a su gente para que paren de sufrir un poco; el deseo de que algún día estemos en paz y podamos vivir felices y disfrutar del hermoso país que tenemos. ¿Quién es el entrenador que más lo ayudó? -Marcial Del Valle, el es mí papá en el béisbol. Sin olvidar también personajes como Guillermo Ramírez; en Sincerín los hermanos Gómez, en especial Gabir; Eloy Garcia, Alberto Padilla, los hermanos Pantoja, Sergio Ruiz en Malagana, la familia Herrera, Javier Escorcia, los hermanos Padilla, entre otros, a todos ellos muchas gracias porque de alguna u otra manera han aportado un granito de arena en mi desarrollo deportivo. La voz del mánager Bud Black, de los Padres: “Frieri siempre tiene velocidad. Esta temporada le han registrado 95 millas por hora. Pero no es solo velocidad. Su reto es localización. Porque de su velocidad hay una gran decepción. Ahora es tan solo una cuestión de él para colocar la bola en la zona de strike”.