Junior ganó, goleó y gustó

Una pálida demostración dio ayer en Barranquilla el Deportivo Cali, que fue vapuleado 3-0 ante un Junior inspirado que contaba nuevamente con Giovanni Hernández, quien no jugó la fecha pasada por una lesión. Los ‘Tiburones’ tienen su valla invicta en el estadio Metropolitano. Fue el mejor Junior que se ha visto hasta ahora. Fluidez en los movimientos, profundidad en el ataque y solidaridad en los relevos. El Cali fue lo opuesto: displicencia, pocas ideas y docilidad de principio a fin. Fabián Castillo en solitarias proyecciones por la derecha y Juan Guillermo Domínguez empujando desde el medio, naufragaban pronto ante la recia marca de jugadores como Jorge Casanova y el central Román Torres. Fue poco lo de Parra Cadena, mientras que John Charria fue improductivo. Junior usó todo su dispo-sitivo ofensivo para poner contra la pared a los ‘azucareros’. Giovanni Hernández, Víctor Cortés, Martín Arzuaga y Luis Carlos Ruíz, parecían copar los espacios sin proble-ma alguno, mientras que Chará y Cortés pugnaban con contener la avanzada del local. Víctor Cortés abrió el marcador a los 21 minutos tras un centro de Hayder Palacios. Cabeceó a tierra, al segundo palo. Cali no reaccionó. Un cobro de tiro libre de Charria que se estrelló en el horizontal fue la única opción clara del cuadro de la visita. Al segundo tiempo las co-sas no cambiaron sustancialmente. El equipo que paró Diego Umaña, el cual se basa según sus propias palabras en “la repetición del módulo”, no renunció al ataque ni un mi-nuto. Pronto llegó el 2-0 con un cabezazo del uruguayo Jorge Casanova, quien se reconcilió con la tribuna después de erráticas actuaciones. La superioridad de Junior neutralizaba los intentos del Cali por sacudirse de alguna manera, pero era inútil. Giovanni Hernández, una vez más, se erigió como el líder el plantel de Barranquilla. Precisamente fue Giovanni quien le puso el moño a la tarde. Tras una falta de Efraín Cortés sobre Víctor Cortés, el cobro del 10 rojiblanco superó la barrera y se coló por un ángulo imposible, para batir al arquero Castillo. Junior sigue mostrando que afinó su máquina y que Umaña encontró el equilibrio que buscaba.