Los más y los menos de la Liga Postobón

Un nuevo torneo en el fútbol profesional colombiano terminó el pasado domingo con título para el Once Caldas y llegó la hora de realizar balances, analizar en qué se trabajó bien, en qué se falló y qué se debe mejorar.Sin duda alguna fue una competición vibrante de principio a fin, llena de emociones hasta sus últimos momentos y con una serie de aspectos que dejan buen sabor de boca pensando en lo que será el 2011, uno de los más cargados de fútbol en la historia.
Como ha sido costumbre en los recientes años, los equipos que antes eran denominados ‘chicos’ han ido dejando ese remoquete atrás, demostrando que cada vez crecen más y de a pocos se ponen a la altura de los más veces campeones.
Éstos son algunos de los puntos a tener en cuenta en el balance definitivo de la competición.
El equipo: Once Caldas, elenco que sumó su cuarto título en el rentado nacional y que, gracias a sus resultados, ratificó su condición de ser el mejor del país en la década. En este lapso se hizo, además, al título de la Copa Libertadores de América.
El técnico: Juan Carlos Osorio, estratega risaraldense, quien luego de varias temporadas de trabajo en Inglaterra y Estados Unidos volvió al país para salir campeón y demostrar sus grandes aprendizajes conseguidos.
La figura: Dayro Moreno, goleador tolimense, quien fue uno de los baluartes en ataque del elenco campeón y, a su vez, expuso en el terreno de juego toda su experiencia a la hora de sellar el compromiso de la definición.
La sorpresa: Si bien es cierto lleva varios años trasegando por diferentes equipos del torneo nacional, la Liga Postobón II 2010 fue el evento que lanzó al estrellato a Wílder Medina, cogoleador del campeonato, quien con el uniforme de Deportes Tolima ratificó sus condiciones de rompe redes y tuvo a su onceno muy cerca de la estrella.
El mejor extranjero: Martín Morel, volante argentino que estuvo a punto de meter a Cali a los cuadrangulares semifinales. No sólo en la Liga sino en la Copa Postobón. El ‘gaucho’ fue clave para la labor desarrollada por el onceno dirigido por Jaime De la Pava.
La desilusión: La vivida por los hinchas de Independiente Santa Fe, elenco que a falta de dos minutos perdió frente a Deportes Tolima su lugar en la gran final del rentado nacional.
La decepción: Cortuluá, equipo que tras conseguir su cupo en la A el año anterior, no logró cuajar una buena temporada que le permitiera seguir con vida en la Liga Postobón. Descendió.
En crecimiento: El técnico caldense Fernando ‘Pecoso’ Castro, quien cogió en un difícil momento a Quindío, lo metió en cuadrangulares y alcanzó a soñar con llegar a la disputa por el título. Suena como el nuevo estratega de Atlético Nacional.
Los goleadores: Dayro Moreno y Wílder Medina, de Once Caldas y Tolima, respectivamente, quienes recibieron el botín de oro luego de marcar en las redes rivales en 16 oportunidades.
Un árbitro: Wílmar Roldán, quien logró borrar malas actuaciones de antaño con el hecho de llegar a dictar sentencia en el partido de la final. Allí se destacó.
La tristeza: La de los jugadores e hinchas del Tolima, los cuales soñaban con la segunda estrella, pero al final tuvieron que ver como ésta se les escapaba por sus propios errores, los cuales supieron capitalizar los hombres de Once Caldas.
La esperanza: La que se abre al bajar ostensiblemente el índice de violencia en los estadios. La labor que al respecto viene realizando la Federación Colombiana de Fútbol.
El hecho: La consecución de la cuarta estrella por parte de Once Caldas en el fútbol profesional colombiano.