Margarito sufrió fractura en la cara

Ante más de 47.000 es-pectadores en el Cowboys Stadium de Arlington, el filipino Manny Pacquiao dio la madrugada del domingo una de las más impresionantes demostraciones de su talento al dominar de punta a punta al mexicano Antonio Margarito, un hombre que lo superaba en alcance, estatura, y le llevaba casi 20 libras de ventaja. Margarito no asistió a la conferencia de prensa. Fue llevado al hospital para que le examinaran el rostro. Luego de los exámenes se descu-brió que tenía una fractura del hueso orbital, en el área del ojo derecho. Pese a la diferencia de alcance y peso, la pelea fue de-sigual, con un Pacquiao in-menso, rápido de manos y piernas, golpeando a placer al mexicano, que parecía un robot, sin soltar las manos. Margarito, apodado el “Tornado de Tijuana”, pare-cía más bien un saco reci-biendo toda clase de golpes, especialmente en el rostro. Pacquiao, de 31 años, conquistó su octava corona mundial en igual número de categorías y extendió a 13 su cadena de triunfos consecu-tivos. Las tres tarjetas de los jueces con votaciones de 120-108, 118-110 y 119-109 lo dicen todo. El entrenador de Pacquiao, el legendario Freddie Roach, criticó la decisión de la esqui-na del mexicano de no detener el desigual combate en los asaltos finales. Las estadísticas mostraron el dominio absoluto del cam-peón, que conectó 474 golpes contra 229 de Margarito. Lo que dijeron Manny Pacquiao: “No que-ría lastimarlo, le dije al juez mire sus ojos, están cerra-dos, la herida, pero no paró la pelea. Margarito es real-mente un hombre muy fuer-te. No puedo creer que haya aguantado tanto. Esto no es boxeo”. Antonio Margarito: “Los mexicanos siempre hemos mostrado guapeza y por eso pelee hasta el final”. Robert García, entrenador de Margarito: “Manny es el mejor boxeador del mundo. Es realmente demasiado rá-pido, muy, muy veloz. Ahí estuvo la diferencia”.