Neider Lozano: "el taekwondo me cambió mi vida para bien"

Neider Lozano Ruiz, de 19 años,  reconoce que en San Pedro Mártir, una populosa  vecindad de Cartagena, no resulta fácil sobrevivir.
“El deporte me cambió la vida. No es fácil crecer en mi barrio porque hay muchas cosas malas como peleas entre pandillas, drogadicción, violencia y alcoholismo. Desde hace 8 años practico el taekwondo y hoy comprendo que eso ha sido mi salvación”, dice Lozano, quien ganó medalla de bronce para Bolívar en los menos de 74 kilogramos,  modalidad combate, en el marco de los Juegos Nacionales en los que esta disciplina tuvo como sede a Montería.
El joven, de piel morena, cabello “churrusco” y facciones fuertes, agradece el apoyo recibido por la Liga de Taekwondo de Bolívar en cabeza de José Almanza.
“El presidente de la Liga se convirtió como un papá para mí, él hizo que me metiera al ciento por ciento en el taekwondo, que ocupara mi mente en cosas sanas, por eso siempre le agradeceré mucho”, agrega Lozano, quien es uno de los grandes taekwondistas de Bolívar.
El haberse metido con cuerpo, alma y corazón a esta disciplina le ha ayudado a apartarse de los vicios. “La calle no trae nada bueno, cuando pequeño yo me la pasaba con gente que pertenecía a una pandilla. Nunca hice parte de ella, pero reconozco que no sé qué hubiera pasado conmigo  si el deporte no llega a mi vida”, afirma.
Lozano insiste en que el sector en donde vive es complicado. “Ayer (el lunes) no pude entrar al barrio precisamente porque se había armado tremenda gresca.  No pude entrar, tuve que  irme a dormir donde una tía en el Plan 400. Mira... ahí los niños se ven envueltos en cosas malas desde los 11 años. Eso me da tristeza”, comenta.

Ejemplo de superación
Neider se ha convertido en un gran ejemplo de superación, en un deportista que ama lo que hace y se mete de lleno en los entrenamientos, en las competencias.
Sobre su participación en los Juegos Nacionales, Lozano afirma que el bronce era el pronóstico. “Perdí la semifinal y me dio duro porque nunca se quiere perder, yo quería estar en la final. Sin embargo, el bronce lo recibí muy bien, pues es mi primer certamen en una justa como esa. Sé que el ser medallista me abrirá puertas”.
El pasado fin de semana, en la Copa Navideña “Ider 20 Años”, realizada en el Coliseo de Deportes y Combates, Neider se ganó dos medallas de oro compitiendo contra taekwondistas de Magdalena, Atlántico y Caquetá, evidenciando  una vez su progreso en esta disciplina.
Ama el taeakwondo por encima de todas las cosas, por eso entrena con dedicación, ganas y muchos deseos de superación. “Me gusta mucho sentir la adrenalina, el contacto, las emociones de tener un rival al frente y buscar la fórmula para ganarle”.
Sus objetivos son grandes, se ha metido entre ceja y ceja que quiere llegar a la cima, tocar lo más alto. “Deseo ganarme el oro en los Juegos Nacionales de 2015 y, además, representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de 2016. Solo cuando esté allá  sentiré absoluta satisfacción”.
Y desea salir adelante no solo por él sino por su familia. “Mi papá (Luis Antonio) se gana la vida manejando un taxi, que no es de su propiedad. Sabemos que hay muchos mototaxistas y eso hace la cosa más difícil. Mi mamá (Katia Ruiz) es asesora de una fábrica de filtros para carros”, puntualiza.
Por ahora, Neider seguirá metido de lleno en el taekwondo, el deporte que lo apasiona y lo hace alejarse de los malos vicios. Decisión correcta.
El taekwondista invita a los menores a hacer actividad física sin pesarlo dos veces. “Hay que aprovechar el deporte como un estilo de vida y pensar en grande. Se debe ocupar el tiempo en cosas sanas”, concluye.
A Neider lo salvó el deporte, él esquivó las malas tentaciones y ahora solo se dedica a entrenar con ahínco pensando en un mejor mañana para él y su familia...