El nadador estadounidense
Michael Phelps, que sumó su oro número 25 en un Mundial, revalidó con autoridad este sábado en
Shanghai su título de campeón del mundo de los 100 metros mariposa, al imponerse con un tiempo de 50 segundos y 71 centésimas en la final.
Phelps superó al polaco
Konrad Czerniak, segundo con un crono de 51 segundos y 15 centésimas, y al estadounidense
Tyler McGill, tercero con un tiempo de 51 segundos y 26 centésimas.
Se trata del tercer título mundial consecutivo en esta distancia para Phelps, que ya ganó en 2007 y 2009, después de haberse llevado la plata en 2003 y 2005.
“No estoy en plena forma físicamente, quiero ser más rápido. Fue una carrera difícil”, reconoció Phelps tras la victoria, que esperaba mejores resultados en Shanghai.
“A veces hay que saber qué se puede hacer mejor. Está claro que necesito mejorar en los primeros 50 metros. Voy a seguir trabajando. Voy a mirar algunas carreras y pensar en cómo puedo ser más rápido”, añadió el nadador, que también se impuso en 100 metros mariposa en los
Juegos de Atenas-2004 y Pekín-2008.
Con este nuevo metal, Phelps sigue aumentado su palmarés y ya tiene 25 oros ganados en campeonatos del mundo.
La medalla de este sábado se suma además a las otras que el estadounidense se ha colgado en Shanghai-2011, con un balance total de seis: tres oros (200 m mariposa, 4x200 m relevos y 100 m mariposa), 2 platas (200 m libres y 200 estilos) y un bronce (4x100 m libres).
Con este balance, Phelps, gran héroe de los Juegos Olímpicos de Pekín al colgarse ocho oros, una cantidad que le permitió superar el récord del mítico Mark Spitz, continúa aún un paso por detrás de su compatriota Ryan Lochte, la gran figura por el momento en Shanghai-2011, con cuatro oros.
Esa falta de brillo de Phelps en la piscina china había motivado diversas críticas en los últimos días por su aparente relajación y falta de disciplina en los entrenamientos, cuando queda sólo un año para una nueva cita olímpico, en Londres en 2012, donde parece improbable que pueda repetir la hazaña.
El 'Tiburón de Baltimore' no comenzó al máximo su carrera y fue el tercero en tocar la pared en el primer giro, 36 centésimas por detrás del keniano Jason Dunford, que acabó finalmente en el cuarto lugar, rozando las medallas pero sin poder tocarlas.
Pero esta vez Phelps no quería un nuevo fracaso y en los 150 metros ya consiguió distanciarse, directo hacia su victoria final.
En esta ocasión, el estadounidense lo tuvo más fácil porque no tenía la competencia de algunos de sus rivales más temibles en esta prueba en los últimos años, como el serbio Milorad Cavic o el español Rafael Muñoz.
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