Ronaldinho, la resurrección de un astro del fútbol

Al consagrarse campeón de la Copa Libertadores-2013 este miércoles en el triunfo de Atlético Mineiro sobre Olimpia por tiros penales, el astro Ronaldinho obtuvo uno de los dos trofeos que le faltaban en una carrera estelar. 
Ahora solo le resta el Mundial de Clubes de la FIFA, competencia a la que accedió en la noche del miércoles con el título continental. 
A los 33 años de edad, R10 también confirmó que volvió a jugar en alto nivel en la Copa tras varios años de declive en Europa y un controvertido pasaje por el Flamengo en 2011. 
No brilló en la primera final en Asunción y fue reemplazado al promediar el segundo tiempo, pero mejoró su despliegue en la final de este miércoles. 
“Estaré eternamente agradecido por el cariño que recibí aquí, ni siquiera conquistando la Libertadores podré retribuir ese cariño”, dijo el jugador en vísperas del partido final. 
Y tras el triunfo dijo que “es una alegría muy grande tener el placer de hacer todo esto”, dijo Ronaldinho a la cadena FoxSports cuando se le recordó que también ganó una 'Champions'. “Gracias a Dios, es perfecto”. 
“Ahora solo quiero festejar este momento. Esta (camiseta) va para mi madre”, agregó. 
Elegido por la FIFA como mejor jugador del mundo en 2004 y 2005, el volante ofensivo no tiene la misma aceleración que era pesadilla de los mejores defensas de Europa, pero la compensa con su increíble visión de juego y por su categoría a la hora de dejar a sus compañeros de cara al gol con sus pases milimétricos. 
Con el título de la Libertadores sumó otro trofeo a una colección envidiable. 
Con el Barcelona fue bicampeón español en 2005 y 2006 y conquistó la Liga de Campeones en 2006. Con la selección fue uno de los destaques del pentacampeonato Mundial en Corea-Japón-2002, la Copa América-1999 y la Copa FIFA Confederaciones en 2005. 
La Libertadores, en tanto, tiene un sabor especial. Además de ser un título que logra en su país, se trata de la competencia en la que Ronaldinho debutó como profesional el 4 de marzo de 1998 a los 17 años. 
En esa época jugaba para el Gremio de Porto Alegre (sur) y fue en un partido ante el Vasco da Gama, que resultaría campeón.  
Ese día fue triunfo del Gremio 1-0. El joven Ronaldinho, que en la época utilizaba cabello corto, tuvo una participación decisiva en el gol, con un centro perfecto a Guilherme que anotó de cabeza. 
El Vasco se tomó revancha y eliminó al Gremio en cuartos de final, cuando 'Dinho' ya era titular. 
Se mantuvo en Gremio hasta 2001, conquistando solamente un campeonato estatal con el club que lo formó. 
Tras una salida polémica al París Saint-Germain de Francia, cumplió con altibajos. Se llevaba mal con el entrenador Luis Fernandez que no aprobaba su gusto por las salidas nocturnas, un problema que lo ha perseguido toda su carrera. 
De todas formas tuvo grandes actuaciones en partidos clave con el PSG, principalmente en los clásicos ante el Olympique Marsella. 
Sus jugadas espectaculares en Francia y su importancia en la conquista del 'Penta' en 2002 generaron el interés del Barcelona en 2003. 
Allí escribió las páginas más bonitas de su historia como jugador. 
Brillo en Barcelona 
Ronaldinho llegó a unos niveles de rendimiento con los 'blaugrana' que dio un nuevo aire al equipo e incluso logró que la afición del Real Madrid lo aplaudiera de pie tras un clásico en el que destrozó a la defensa 'merengue'. 
Fue clave en la obtención de la 'Champions' en 2006, pese a que no brilló en la final. También jugó su papel como veterano que orientaba a un joven argentino que prometía: Lionel Messi. 
En 2006 comenzó el declive. Tras una mala actuación en el Mundial-2006 en Alemania, Brasil perdió en cuartos con Francia, ya no volvió a ser el mismo. 
Fue transferido al AC Milan en 2008, pero nunca colmó las expectativas. 
Volvió al Flamengo en 2011, cansado del acoso de la prensa, pero esa experiencia tampoco fue muy positiva. Brilló en algún partido aislado, pero nada más. 
Recién cuando llegó al Mineiro fue que R10 recuperó la alegría de jugar. Tanto mejoró que incluso fue convocado por Mano Menezes y luego Luiz Felipe Scolari para la selección brasileña. 
De todas formas quedó fuera del grupo que en junio pasado ganó la Copa FIFA Confederaciones en casa. 
Aparentemente el jugador irritó a los entrenadores por llegar tarde para un amistoso ante Chile justamente en Belo Horizonte, ciudad donde vive desde hace más de un año.
El título de la Libertadores puede ayudarlo a reconquistar su espacio y seguir soñando con vestir la 'verdeamarela' en casa en el Mundial-2014.