Económica


Apretón en la federación de cafeteros congeló salarios de 2.600 trabajadores

REDACCIÓN COLOMBIA

26 de enero de 2011 12:01 AM

La baja producción de café en Colombia, en los últimos dos años, tocó la estructura financiera de la Federación Nacional de Cafeteros. El gerente general de la entidad, Luis Genaro Muñoz, dijo que inició un riguroso programa de racionalización de gastos que como primer impacto tiene el no incremento de salarios para todos los funcionarios este año.
La situación no es fácil, pues sólo por roya, sin contar el efecto del invierno en las floraciones, en 2010 los cafeteros perdieron un millón de sacos  que mal contados representan más de $525.000 millones. Muñoz habló con LR de este tema y del panorama cafetero para 2011 que se ve oscuro.
¿Qué deben esperar este año los cafeteros del país?
Pueden esperar el compromiso total y el apoyo incondicional de su Federación en el logro del objetivo común que se ha trazado: recuperar la producción. Concentraremos nuestra capacidad institucional en tres actividades: salvaguardar la producción, controlar la roya y acelerar el proceso de renovación del parque cafetero con variedades resistentes.
¿Cuál es el pronóstico de cosecha para  2011?
Lo ocurrido en 2009 con la caída de la producción nos ha enseñado a ser más precavidos.  En este momento del año resulta prematuro dar un pronóstico de producción. El comportamiento del clima y la voluntad de los cafeteros por aplicar en sus fincas las recomendaciones jugarán un papel clave en el volumen de la cosecha. Si las condiciones del tiempo continúan propicias, como ha ocurrido en los últimos días, prosperarán las floraciones que hoy vemos para la cosecha del segundo semestre.
¿Y cuánto dejó de percibir el sector en el último año?
Hemos calculado que el ataque de la roya, por el exceso de lluvias, se tradujo en la pérdida de cerca de un millón de sacos de producción en el 2010. Esto valorado a los precios promedio registrados el año pasado, significó ingresos menores para los cafeteros y sus familias por  $525.000.  La Federación ha logrado identificar 190.580 hectáreas de cultivos, con edades entre 2 y 7 años, afectados por esta enfermedad, cuya producción del presente año depende de un oportuno y adecuado manejo.
¿Entonces, se apretará el cinturón la Federación?
Imprimo a mi gestión la más rigurosa austeridad, que ha sido patrón de mi vida y de mi formación profesional. Por eso he venido adelantado un riguroso programa de racionalización de gastos. La dimensión abrumadora de las lluvias, nos impuso medidas adicionales, entre ellas, no incrementar los salarios, sólo conservar su poder adquisitivo.
 El presupuesto de la Federación se ha reorientado hacia los programas esenciales que demanda la atención de los efectos de la arremetida invernal y para desarrollar los lineamientos contenidos en el Acuerdo por la Prosperidad Cafetera.
¿Y en cuánto se ha afectado el Fondo Nacional del Café?
Es claro que la caída en la producción, combinada con la revaluación de la moneda colombiana, han afectado las finanzas del Fondo por la vía de menores ingresos por contribución cafetera.
 En este sentido, y en cumplimiento de nuestro deber de salvaguardar la salud del “músculo financiero” detrás de la garantía de compra, he instado a los cafeteros y a los colaboradores de la Federación a que actuemos bajo el más estricto criterio de austeridad administrativa. Defender el Fondo debe ser un compromiso de todos.
¿Habrá ajustes en programas de la Federación?
La actual coyuntura nos exige planificar nuestros presupuestos bajo la siguiente consigna: primero la producción, luego todo los demás. Esto significa ahorrar en los gastos no asociados a los programas de apoyo para el caficultor para la recuperación de la cosecha.
¿La actual crisis propiciará que el café siga perdiendo participación en la economía?
Me sorprende que hable acerca de la pérdida de participación del café en la economía colombiana. Un sector agrícola cuya producción vale $4,3 billones, con un crecimiento de 14% en volumen y 27% en el valor de la cosecha en 2010, que genera más de 750.000 empleos directos y más de 1,5 indirectos, no puede ser catalogado como una actividad en decadencia.
Cerca de 527.000 familias,  que representan la tercera parte de la población rural, son un tejido social único, difícilmente replicable en otra actividad agrícola.  Por eso, no prevemos que se produzca una salida masiva de los cafeteros. Tiempos difíciles como el actual no es la primera vez que se presentan.
“SE VIOLARÁ LA CONVENCIÓN COLECTIVA”
La austeridad en gastos que aplicará este año la Federación Nacional de Cafeteros  dejará sin incremento salarial a 2.600 personas que se derivan de los funcionarios de la Federación en Bogotá, comités de cafeteros departamentales,  trabajadores de la Fábrica de Café Liofilizado-Buencafé, Cenicafé e inspectores, entre otros.
El secretario de asuntos laborales del Sindicato Nacional  de Cafeteros de Colombia (Sintrafec), Carlos Julio Hincapié, dijo que el no incremento de salarios es una violación a un punto de la convención colectiva que consigna aumento por año de 4,03% como mínimo. “En una circular anunciaron que no va  a haber aumento  pero hasta ahora no ha salido la nómina y no sabemos qué pasará.

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