Baja en inversiones afecta responsabilidad social y estabilidad laboral

En la coyuntura económica que vive Colombia las empresas no deben bajar la guardia en temas de Responsabilidad Social. Expertos nacionales e internacionales reclaman un compromiso gerencial más amplio. Cuando los balances de las compañías muestran menores ganancias (o incluso pérdidas), como está ocurriendo hoy en Colombia y en el mundo por cuenta de la desaceleración económica y la crisis internacional, la inversión en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) disminuye o se acaba. Eso advirtió el lunes Ernst Ligternigen, director Ejecutivo del Global Reporting Initiative (GRI), empeora la situación e impide la recuperación de la economía. Durante el Encuentro Internacional sobre la Responsabilidad Social que se cumplió el lunes en El Colombiano, organizado por el Grupo del Sur, el experto señaló que existe una crisis que está escondida, que es la de la sostenibilidad. Y está oculta porque no existen medidas para determinar el impacto medioambiental y social sobre la forma de hacer empresa. “Ahora que vamos a invertir en reanimar una economía para el futuro que nos resuelva los problemas debemos analizar la situación para que no nos devuelva las dificultades del pasado”, recalcó. Sin embargo, el director Ejecutivo del GRI, destacó que también hay otras empresas que están invirtiendo más en RSE, como un acto de honestidad y de compromiso con la sociedad. “Si la RSE se tiene como un acto filantrópico (un costo), y las dificultades económicas agobian a la empresa es claro que los aportes disminuyen. Pero si es una inversión estratégica, no tiene sentido hacer recortes porque esto hace parte de los objetivos empresariales”. CRISIS DE ÉTICA Ramiro Restrepo González, consultor independiente y experto en RSE, explicó que en esta coyuntura en Colombia hay timidez en el gasto, lo que afecta todos los diferentes frentes económicos. El investigador también señaló que los despidos que se vienen dando en los últimos días en muchas empresas nacionales hacen parte de las políticas erradas de presidentes y gerentes de las empresas. “Lamentablemente en los países en desarrollo reaccionamos siempre con conductas procíclicas. Es decir tendemos a agudizar el ciclo recesivo que es lo que no hacen los países desarrollados. En esta situación complicada ellos invierten en tecnología, innovación, publicidad, mientras que nosotros optamos por hacer despidos y actuar en forma contraria”. De acuerdo con Restrepo González, la situación que está viviendo el mundo no es de una crisis económica sino una crisis de responsabilidad y de ética, con consecuencias económicas. Y cita como ejemplo el caso de un conductor que maneja con irresponsabilidad su vehículo. El problema, añadió, es que su conducta entraña un comportamiento ético, con consecuencias económicas. “En esta coyuntura económica difícil, al directivo de la compañía hay que decirle que reaccione. Que no puede ser que siga produciendo unas utilidades importantes y por el otro lado esté despidiendo gente. Si las causas son éticas los remedios tienen que ser éticos”.