Económica


Colombia no debe subir la producción de papa

EL UNIVERSAL

08 de agosto de 2010 12:01 AM

Pese a que las proyecciones para este año indican un crecimiento cercano a 4% en la producción de papa, frente a las cifras de 2009, los datos desde 2005 muestran una cosecha cada vez menor. La expectativa para 2010 (2,65 millones de toneladas) es inferior a la de 2005, 2006 y 2007, periodos en los que se alcanzaron hasta 2,85 millones de toneladas. En cuanto al área cultivada, los datos del Consejo Nacional de la Papa revelan una caída importante en los últimos años, aunque también se espera un repunte de tres por ciento para 2010. Mientras que en 2007 el terreno sembrado sumaba 160.690 hectáreas, en 2009 alcanzó solo 134.640 hectáreas, y la proyección para 2010 es de 138.631 hectáreas. Según el gerente de Fedepapa, Augusto del Valle, estas cifras argumentan la actual posición del gremio y es que, en su criterio, Colombia no debe aumentar la producción de papa, ni hacer campañas para fomentar su siembra. "En lo que sí debemos enfocarnos es que cada día se cultive con mayor eficiencia, lo que significa cosechar más a menor costo". Del mismo modo, Del Valle asegura que los productores tienen el reto de centrarse en las regiones y mercados que más potencial muestran, así como continuar la transferencia de tecnología en papa criolla y comercializar más semillas certificadas de papa sabanera, que tiene un nicho importante en el país por su presencia en diversos platos de la gastronomía tradicional. En ese sentido, el Secretario Técnico del Consejo Nacional de la Papa, Héctor Villarreal, afirma que hay que trabajar con los nichos en donde en el mismo lugar se comercializa lo que se produce. "Por ejemplo, en el caso de la tuquerreña, la que se usa en la preparación del ajiaco y se cosecha en cinco o seis municipios de Boyacá, esta tiene un mercado que no se lo quita nadie, así esté al doble de precio de las demás variedades del tubérculo". Otro núcleo importante es el de las cordilleras de Caldas y Tolima, zona en la que se siembran las papas salentunas y agripinas, que tienen la ventaja de venderse en los mismos departamentos. "Identificar esos epicentros aumenta la rentabilidad y genera eficiencia. En cambio, sería muy irresponsable incrementar el cultivo de papa fresca, porque no hay mercado", añade Del Valle. Otras dificultades a la hora de comercializar la papa fresca son el cierre de mercados como el venezolano y las restricciones sanitarias que se imponen en otros países, lo que reduce dramáticamente las posibilidades de exportar. En el caso del vecino país, aunque Fedepapa señala que las ventas a este destino no sumaban más de 24.000 toneladas anuales, el comerciante y cultivador del tubérculo, Jairo Calderón, dice que el cierre de las fronteras ha sido un golpe importante para los productores, sobre todo por la incertidumbre que se ha generado sobre el pago de las deudas.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS