Combustible para Transcaribe, la gran decisión

La experiencia de Lima, que seleccionó el gas natural vehicular como el combustible para mover su sistema masivo de transporte (Metropolitano), le deja a Cartagena lecciones que es importante analizar antes de tomar decisiones con el futuro de Transcaribe. La decisión de utilizar gas vehicular fue tomada por la Municipalidad de Lima. Fue una decisión política, que adicionalmente se le sumó un ingrediente ambiental y la utilización de un recurso natural que abunda en ese país. Hoy, los resultados son evidentes y ruedan en buses articulados por una red troncal que atraviesa de norte a sur la capital peruana, en una extensión inicial de 24,5 kilómetros, a los que se le sumarán dos ramales adicionales que completarán 26 kilómetros. El sistema de transporte masivo de Lima requirió una inversión que superan los 240 millones de dólares. Metropilitano está en capacidad de mover 700 mil pasajeros /día, a una velocidad entre 25 y 30 kilómetros por hora. El modelo de Lima es una “copia mejorada” del Transmilenio de Bogotá, así lo admite el alcalde de la capital peruana, Marco Polo. Mejorada porque el utilizar gas natural le aporta a esa ciudad una enorme reducción en los niveles de contaminación que son evidentes, sobre todo en el Centro Histórico de Lima, ciudad donde además no llueve y la contaminación es evidente en las fachadas de sus monumentos históricos, aspecto este que debe analizar Cartagena, por su condición de ciudad turística y Patrimonio Histórico de la Humanidad. El transporte público de Lima es de los más complejos entre las ciudades capitales de Suramérica. Existen 694 rutas, 431 de Lima y 263 en El Callao, 70 mil unidades de transporte (entre ellos 24.500 buses, 57 mil taxis y vehículos colectivos). Unas 1.196 empresas operan estos vehículos, pero se advierte que cerca del 27% de las unidades operan rutas no autorizadas. Hoy con la operación del Metropolitano, los usuarios del transporte ven reducir su tiempo de movilización en hasta un 50% del tiempo que gastaban en los sistemas convencionales de transporte, como lo advierte Luis Omonin, un limeño que nos atendió a bordo de un articulado entre la estación sur y la estación central. “Yo demoraba cerca de una hora y media en desplazarme del norte de Lima hacia el sur, a visitar a mis familiares, y hoy sólo demoro 40 minutos. El servicio me es más económico, viajo tranquilo, seguro y el precio es justo. Me estoy ahorrando 30 céntimos por trayecto”, aseguró. El valor de un pasaje en el Metropolitano de Lima es de 1,50 soles, unos 900 pesos colombianos, aproximadamente. Decisiones en Cartagena Mientras el Lima la decisión del combustible para su sistema masivo de transporte la tomó la Municipalidad, al igual que en Medellín y Sincelejo, en Cartagena la decisión la tomarán los transportadores. Ellos ya han conocido varios sistemas de transporte masivo, entre ellos el de Lima y aunque los pliegos de condiciones para seleccionar el combustible que moverá a Transcaribe aún no han sido fijados, la ciudadanía espera que la decisión tenga en cuenta tanto los factores económicos, como los ambientales, los de salud pública y su compatibilidad con una ciudad turística y Patrimonio de la Humanidad. Cifras - Vía troncal exclusiva: 26 kilómetros - Vías alimentadoras: 32 kilómetros - Una estación central subterránea en el Centro de Lima. - Dos estaciones de transferencias. - 35 estaciones intermedias. - Atiende a 16 distritos dentro del área metropilitana de la capital peruana. - 522 buses que operan a gas natural entre articulados y convencionales de 8,5 metros, 12 metros y 18 metros, con capacidades de 40, 80 y 160 pasajeros, respectivamente. (El proyecto final aumentará el número de unidades). De Naturgás Para el presidente de Naturgás, Eduardo Pizano, “no se puede mirar exclusivamente el beneficio económico a la hora de decidir el combustible para los sistemas de transporte masivo del país”. “Esto no puede ser una decisión sólo económica. Hay otros considerandos, puede que para los mismos transportadores no sean importantes, como el tema ambiental y de salud pública, porque ellos no están pagando directamente los costos de esto. Esta es una decisión que no se le puede dejar a los transportadores solamente, la tiene que tomar la ciudad, pensando en los temas económicos – que son importantes- pero también en los ambientales, para saber cuánta polución, cuánto contaminante sale de esos vehículos y cuánto le va a representar en gastos al sistema de Salud, porque una persona que aspira a un combustible con mayor nivel de contaminación, indudablemente tiene propensión a tener un daño físico. Todo debe ser pensado en su conjunto y tomar una decisión en ese sentido”. “Igualmente, la ciudad y el Ministerio de Hacienda deben tener en cuenta, que si se permite que siga creciendo el consumo de diésel, con los subsidios que tiene actualmente, le va a implicar que año tras año va a tener que pagar un mayor volumen de recursos y eso va a hacer que el Presupuesto General subsidie ese tipo de operación”. Pizano dijo, además “que las proyecciones del precio del gas frente al diésel indican que el gas sube a la mitad de lo que lo hará el diésel en los próximos 10 años y esto incidirá en la tarifa del pasaje... Todo hay que ponerlo en una balanza para tomar una decisión adecuada”. Una decisión oficial El alcalde de Lima, Marco Polo, recordó que su antecesor Luis Castañeda Lossio (quién dimitió para aspirar a la Presidencia de la República del Perú) tomó en su momento una decisión trascendental con respecto al combustible para su sistema de transporte masivo. “El país produce gas natural. Esa decisión debía tomarse. Pero primero una decisión de carácter político, porque este tipo de decisiones conlleva a confrontar una serie de intereses de sectores que pueden verse perjudicados. Lima requería de un sistema de transporte público. Hubo decisiones adicionales. Uno, utilizar el combustible que el país tiene: el gas natural. Dos, reducir los niveles de contaminación que tiene Lima. Esas decisiones eran fundamentales. El tiempo nos demuestra que el público acepta este sistema de transporte y lo siente como suyo, que está mejorando la calidad de vida, y ahorra tiempo en el transporte. El gas natural es la mejor apuesta”, dijo el Alcalde. Nuevas opciones En Lima, el transporte público está cargo de la Municipalidad. Allí, además del sistema Metropolitano, se trabaja en la construcción de un tren eléctrico, que es financiado con recursos del Gobierno Central y que estaría en funcionamiento en el primer trimestre de 2011 y el alcalde Marco Polo reveló que ya se contratarán los estudios para el metro de la capitral peruana.