Economía colombiana tendría un repunte este año, según expertos

A pesar del bajo crecimiento del aparato productivo colombiano, los banqueros consideran que este año habrá un repunte de la economía, así sea discreto.
La Asociación Bancaria de Colombia, Asobancaria, expresó en su informe semanal que prevé una discreta aceleración del crecimiento de la economía colombiana de 3,7 % en el 2012 a 4 % este año, con base en un repunte de la demanda interna y de las exportaciones.
El primero se lograría por la vía del efecto positivo del estímulo monetario que comenzó a implementar el Banco de la República el año pasado, de una ejecución más eficiente de la inversión pública y de la estabilidad de los términos de intercambio.
“El segundo sería el resultado de una demanda externa más dinámica, como consecuencia del mayor crecimiento mundial y de la expansión del comercio internacional”, indica el documento.
El escenario supone, por una parte, que se logra un acuerdo sobre la política fiscal en los Estados Unidos, de manera que se evita la caída en el “abismo” y se eleva el techo de la deuda, para mantener el estímulo fiscal, de manera que se evita una recaída en recesión.
SOBRE EL EURO
El gremio dice que hay un progreso en los compromisos adquiridos por las autoridades europeas para avanzar en la unión bancaria y en la fiscal, de modo que se mantiene la confianza de los mercados en la viabilidad del euro para salvaguardar la unión monetaria y mantener bajo el riesgo soberano, lo cual evitaría que se desencadenara otra crisis financiera.
De igual manera, prevé un repunte del crecimiento en las economías emergentes más grandes, que garantiza la estabilidad en los términos de intercambio para los exportadores de materias primas.
PREOCUPACIÓN
Dado que las amenazas externas persisten, para prevenir una recesión en el país se debe considerar la conveniencia de relajar las medidas que adoptaron con excesivo rigor las autoridades, para evitar un recalentamiento de la economía y un desborde del crédito.
También resulta pertinente tener en cuenta que la reforma tributaria, que acaba de entrar en vigencia, podría pronunciar la desaceleración de la actividad económica, a menos que sea compensada por una expansión eficiente del gasto público.