Los TLC enfrentan a republicanos y demócratas

El TLC con Panamá, en fase de deliberación entre el gobierno Obama y congresistas, está pendiente de ratificación desde 2007, como el de Corea del Sur. El de Colombia sigue varado desde 2006. Un debate en el Congreso estadounidense sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Panamá mostró este miércoles las fuertes diferencias que subsisten entre demócratas y republicanos sobre ese acuerdo y otros dos pendientes, uno con Colombia y otro con Corea del Sur. 
Los tres acuerdos no serán presentados hasta que los republicanos no consideren la renovación de un programa de subsidios laborales conocido como TAA, confirmó en la audiencia la vicerrepresentante de Comercio, Miriam Sapiro. 
El TAA fue creado en 1963 y da ayudas a cientos de miles de desempleados que pueden demostrar que el libre comercio les hizo perder su puesto de trabajo. 
“Dígame cuántos puestos de trabajo se van a perder con la firma del TLC con Panamá”, preguntó el senador republicano Orrin Hatch. 
Sapiro reconoció que ninguno, pero insistió en que el TAA forma parte de la agenda comercial del gobierno del presidente Barack Obama, y que siempre ha contado con apoyo bipartidista en el Congreso. 
“No me está contestando a mi pregunta. No vamos a perder ningún puesto de trabajo, al contrario, se van a crear puestos de trabajo (con los tres TLC). íEs para volverse loco!” exclamó Hatch. 
Diferentes estudios de cámaras de comercio y centros de análisis calculan que esos tres TLC podrían crear un mínimo de 70.000 puestos de trabajo en Estados Unidos, aunque la inmensa mayoría serían creados por el de Corea del Sur, el más importante económicamente. 
El tono subió rápidamente entre Hatch y la representante del gobierno, y luego con el senador demócrata y jefe de la comisión de Finanzas del Senado, Max Baucus, que presidía la audiencia. 
“Déjeme frenar esta locura (...). Este lugar (el Senado) sólo funciona cuando trabajamos como un equipo”, replicó Baucus. 
El senador demócrata también es partidario de aprobar de una vez por todas los TLC pendientes, pero Baucus advirtió que el TAA, que los republicanos atribuyen a presiones sindicales, tiene que ser aprobado también porque ya expiró en febrero, y corre el riesgo de quedar olvidado en la pulseada legislativa. 
Sapiro elogió los pasos adoptados por Panamá para mejorar el respeto a los derechos laborales y la transparencia fiscal.