Para muchos profesionales el pertenecer a una empresa familiar significa ser parte de una red donde los roles están muy bien delimitados y el sentido de pertenencia al negocio es bastante fuerte, pero aún así existe una serie de factores a considerar a la hora de iniciar una empresa familiar. Si bien los beneficios o perjuicios de trabajar en familia dependen de cada organización, existen directrices generales que son transversales a cualquier empresa, pero que, en este caso, se profundizan aún más. Es necesario tener presente además, que pertenecer a una empresa familiar trae un mayor desafío para las personas, por ejemplo el lidiar con un determinado clima laboral. El tener que presenciar conflictos internos, que en este caso son mayores, porque la confianza que existe entre los miembros podría derivar en ciertas tensiones o desacuerdos, sobre todo por las distintas generaciones que allí conviven. Por lo que tener tolerancia a la frustración es fundamental para los empleados que trabajan en ella. Por otro lado, se debe tener presente que en muchos casos se trabajará conjuntamente con personas –miembros de la familia- que para algunos, pueden no merecer el cargo en términos profesionales o de conocimiento, por lo que lidiar con diversas personalidades que pueden pensar muy distinto es un tema a considerar. Por esto, idealmente quien pretenda ser parte de una organización de este tipo debe tener una buena capacidad de comunicación para expresarse con claridad y llegar a su interlocutor de una manera eficaz. En muchas ocasiones el trabajador ajeno a la familia puede verse atado de manos respecto a tomar decisiones en su trabajo ya que algunas veces, pueden priorizarse opiniones por criterios afectivos más que por económicos o racionales. Lo que es claro es que una compañía de este tipo requiere de ciertos perfiles, no todos los profesionales encajarán en ella, por ejemplo, quienes prefieren las estructuras más definidas, tradicionales y menos innovadoras, tienen en este tipo de organizaciones una gran oportunidad. Además, existen factores que pueden encontrarse mayormente en un negocio familiar, como por ejemplo la confianza o el compromiso que existe en ellas, características que para ciertos perfiles de profesionales pueden ser fundamentales a la hora de buscar un trabajo. Estas compañías también resultan ideales para quienes están recién comenzando su carrera y su meta es ganar experiencia, para alcanzar en un futuro cargos de jefatura de los que hoy podría aprender bastante en una empresa de índole familiar.
Económica
Negocios familiares: una buena o mala opción
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