Económica


O se marchita el régimen de prima media o el país entra en bancarrota

REDACCIÓN COLOMBIA

09 de octubre de 2009 12:01 AM

En los pasillos de diversas instituciones del Gobierno Nacional, del Congreso de la República y de organismos de investigación se está hablando de la necesidad de comenzar a marchitar el régimen de prima media, que les permite a los trabajadores colombianos pensionarse bajo la sombrilla del Instituto de Seguros Sociales. Actualmente existe en el país un millón 62 mil pensionados. El pago de las mesadas de estas personas, según informes del Gobierno y estudios de Fedesarrollo equivale a 20 billones de pesos, poco más de cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) o mejor: es igual al monto recaudado durante un año por concepto del Impuesto al Valor Agregado IVA. Esto significa que todo lo que entra a las arcas de la Nación por concepto de IVA, se destina al pago de la pensión de sólo un millón de personas. Lo más grave es que para sostener el régimen de prima media o mejor a los actuales y futuros pensionados del Instituto de los Seguros Sociales, es necesario, aumentar la edad de jubilación, recortar inversiones en infraestructura o incluso y lo que suena más grave, efectuar en el mediano plazo una reforma tributaria que incremente los impuestos: por ejemplo, que el IVA suba a 30 por ciento o más. MARCHITAR AL SEGURO SOCIAL La salida más sana, según el director de Fedesarrollo Mauricio Santamaría es llevar al Legislativo una reforma que permita marchitar el Seguro Social. ¿Cómo operaría esta figura? Una vez aprobada la iniciativa, se cerrará la puerta de entrada de más afiliados al ISS y en el largo plazo, cuando estas personas mueran, se podría liquidar, sin mayores traumatismos esta institución. De no hacerse una reforma de este tamaño, en el largo plazo las finanzas nacionales podrían presentar un deterioro que derivaría un mayor endeudamiento tanto local como externo. ¿Esto qué significa? Que la Tesorería General de la Nación, se verá obligada a emitir deuda interna, con la posible consecuencia de que este movimiento genere temor entre los inversionistas, lo que castigaría el valor de los activos. Otra salida es tomar créditos con entidades multilaterales o con inversionistas externos. La consecuencia de un movimiento de estos es que se podría generar temor entre los prestamistas lo que llevaría a un incremento en los intereses, es decir, la deuda se vuelve cada vez más cara. No solo eso, cada vez que se efectúa una operación en los mercados internacionales, el temor de los inversionistas locales es que esos recursos ingresen el país, lo que termina por tumbar el precio del dólar, con todas las consecuencias que esto trae: una de ellas es la baja en los ingresos de los exportadores y por ende la posibilidad de que se acentúe el desempleo, se recauden menores impuestos y se siga generando un espiral que acentuará el déficit del Gobierno Nacional.

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