“Podemos ver la pobreza como oportunidad empresarial”

Contrario a lo que muchos piensan, que los negocios y la rentabilidad se obtienen solo con los sectores poblacionales de más recursos económicos, el estadounidense Stuart Hart, cocreador (con Coimbatore Krishnarao Prahalad) del concepto base de la pirámide, sostiene que la pobreza se puede ver como oportunidad empresarial.
Hart, uno de los principales invitados al II Foro Base Internacional – que organizan el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Comfama por el desarrollo de los mercados de la base de la pirámide en América Latina y el Caribe –, que tiene lugar este jueves y viernes en el gran salón de Plaza Mayor, detalló que “cuando más lejana es la llanura de la pirámide, más es el potencial de crecimiento”.
Hizo su exposición ante 1.700 personas de los sectores público y privado que asisten a este foro que, en síntesis, trata sobre el potencial que tienen las empresas de hacer negocios con la gente de pocos recursos económicos, lo que a su vez aumenta los niveles de desarrollo humano y reduce la desigualdad, según explicaron los primeros ponentes.
En la instalación del foro estuvieron el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa; el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao Cardona; la directora de Comfama, María Inés Restrepo de Arango, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno Mejía.
En su discurso, Stuart Hart, que también es presidente del Samuel C. Johnson Sustainable Global Enterprise y profesor de la Escuela de Administración de la Universidad Cornell, explicó que trabajar con la base de la pirámide no se trata de ejercer “imperialismo corporativo” ni consiste en “empacar las cosas iguales en un paquete más pequeño”.
Para hacer negocios con la base de la pirámide, recalcó, es fundamental lo que denominó la cocreatividad. “Sabemos mucho sobre lo alto de la pirámide, pero no sobre la base”, comentó.
El académico enfatizó en que, para llegarle a la gente pobre, no basta con pensar en productos de bajo costo, sino en “ecosistemas de valor”. En este sentido, citó el ejemplo de EPM, pues conoció su trabajo en barrios vulnerables, adonde la organización llega con financiación flexible, sistemas prepago y contratación social que vincula a los habitantes de la zona en sus procesos productivos.
También subrayó el experto que las tecnologías “verdes” o sostenibles no son solo para los ricos, sino que la población de la base también demanda estos productos.
Hart terminó su presentación con un dato: en el mundo hay más de 4.000 millones de personas en la base de la pirámide y la inequidad crece en casi todas partes.
Por ello, insistió en la necesidad de que las empresas sean creativas para llegarle a esta población, tarea en la que, dijo, los gobiernos pueden ser aliados del sector privado.
“Tenemos que ser realistas: acerca de la base de la pirámide hay muchas historias, pero pocos casos de éxito reales. Este camino lleva tiempo”, concluyó el expositor.