Económica


Presidente del banco europeo insinúa mayor apoyo al euro

AP

03 de diciembre de 2011 12:01 AM

Sarkozy hizo las declaraciones en la ciudad portuaria francesa de Tolón, mientras él y la canciller alemana, Angela Merkel, se preparan para reunirse el lunes en París para tratar de sacar a Europa de la crisis de la deuda antes de una importante cumbre de la Unión Europea (UE) la próxima semana. Más temprano el jueves, el jefe del Banco Central Europeo (BCE) dejó entrever que podría estar dispuesto a tomar acciones más audaces para hacer frente a la crisis que ha sacudido el continente. 
“No puede haber moneda común sin convergencia económica, sin la cual a su vez el euro será demasiado fuerte para algunos, demasiado débil para otros y la zona euro se fragmentará”, dijo Sarkozy ante una audiencia de varios miles de simpatizantes de su partido conservador. 
El viernes, Merkel se dirigirá al Parlamento alemán sobre la crisis financiera de Europa y la cumbre de la UE del 9 de diciembre, que se espera se centre en unificar más la zona euro. 
Merkel ha reconocido la necesidad de modificar los tratados para imponer estrictos controles financieros en países de la eurozona a fin de evitar que se endeuden demasiado. 
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo a periodistas el jueves en Berlín que ahora hay “una crisis de confianza” en la eurozona y que nuevas normas duras y creíbles son necesarias para recuperar la confianza del mercado. Alemania ha dicho que se necesitan cambios al tratado de la UE para lograrlo.  
El BCE está preparado para jugar un papel mayor, si bien limitado, en la solución de la crisis de deuda europea, pero solamente luego que los 17 países de la eurozona unifiquen más sus economías, insinuó el presidente de la entidad, Mario Draghi. 
Circulan conjeturas de que los líderes de la Unión Europea nivelarán aún más sus políticas de gasto para tener bajo control los niveles de deuda gubernamental en el futuro. Esto debe suceder, dijo Draghi el jueves al Parlamento europeo, antes de que el BCE u otras instituciones puedan tomar medidas más agresivas para ayudar a evitar que la actual sobrecarga de la deuda del continente destroce al euro y al sistema financiero global. 
“Otros elementos podrían continuar, pero la secuencia importa”, dijo Draghi. “Y lo primero y más importante es obtener un pacto fiscal común adecuado”. 
Los advertencias de Draghi empañaron la euforia que se manifestó en los mercados financieros del miércoles, cuando el BCE, la Reserva Federal de Estados Unidos y otros cuatro bancos centrales develaron un plan abaratar el préstamos de dólares de los bancos comerciales. 
El BCE no puede comprar bonos nacionales ni realizar préstamos directamente a los gobiernos. Pero sí puede adquirir bonos nacionales en el mercado secundario, al reducir los gastos de préstamos para los gobiernos. El BCE ha consignado poco más de 200.000 millones de euros (268.000 millones de dólares) para tales compras, pero se ha resistido a ir más allá porque cree que eso quitaría la presión a los políticos de reducir los gastos.

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