Económica


Se espera que el BCE mantenga statu quo monetario pese al euro fuerte

AFP

07 de febrero de 2013 08:08 AM

El Banco Central Europeo (BCE), sin presión gracias a la estabilización económica y financiera de la zona euro, debería dejar su tasa directriz sin cambios en la reunión de política monetaria, en la que podría hablarse de la fortaleza del euro.
"No esperamos cambios de la tasa" directriz que se mantiene desde julio en el 0,75%, su nivel más bajo de la historia, prevé Annalisa Piazza, de la agencia de corretaje Newedge.
Fabrice Montagne, de Barclays, espera también "statu quo en el BCE con el telón de fondo de la mejora de las perspectivas".

"Las investigaciones de la Comisión Europea sobre el clima de negocios y la confianza de los particulares en enero que muestran una mejora son señales adicionales del saneamiento de la economía", comentó.
Las mejoras registradas, a las que el BCE ha contribuido en buena parte gracias a su política de tasas bajas, su apoyo a los bancos con préstamos baratos y su nuevo programa de compra de deuda anunciado a finales del pasado verano, no deben hacer cantar victoria demasiado pronto, advierte el presidente Mario Draghi.
Un mensaje que reiterará sin duda en la conferencia de prensa que seguirá a la decisión sobre los tipos de interés.
Estabilización económica no significa recuperación, recuerda Carsten Brzeski, economista de ING, que considera que "el camino hacia la vuelta al crecimiento amenaza con ser demasiado largo". Sobre todo porque las estadísticas europeas cubren realidades muy diferentes.
Economías como Alemania atraviesan la crisis de la deuda sin resultar demasiado afectadas pero varios países del sur no acaban de recuperarse pese a las reformas adoptadas. El nivel de desempleo, que alcanzó récords en la zona euro en diciembre --11,7%-- preocupa a los dirigentes europeos y al BCE.
Por esta razón, "nos parece excluido que el BCE tome el riesgo de ser menos complaciente por miedo a provocar presiones adicionales a una economía ya desacelerada", dice Annalisa Piazza.
"Draghi debería adoptar un tono más complaciente que el mes pasado para convencer a los mercados de que las condiciones monetarias seguirán siendo flexibles por mucho tiempo todavía, sin por ello bajar los tipos de interés", dijo por su parte Fabrice Montagne.
Sobre todo, porque un nuevo elemento empieza a alimentar la preocupación de algunos como es la rápida apreciación de la moneda única europea.
"La revaluación reciente del euro podría comprometer la recuperación antes incluso de que haya empezado", dice Carsten Brzeski.
Para el presidente francés, François Hollande, amenaza con socavar los esfuerzos de competitividad que han realizado algunos países. Por ello instó el martes a que se defina una política de cambio para evitar que el euro fluctúe a capricho de los mercados.
Su ministro de Economía, Pierre Moscovici, consideró el miércoles que si esta apreciación prosigue al ritmo actual se podría recortar el crecimiento del PIB francés en 0,3 puntos.
Sin embargo, el gobierno alemán considera que manipular los tipos de cambio no aporta nada a la competitividad ni encuentra que la moneda única esté sobrevaluada.
Tras llegar a 1,37 dólares el viernes, un 11% más en seis meses, el euro bajó en los últimos días, aunque se situaba el jueves por la mañana en 1,3536 dólares.
Ante esta situación, Mario Draghi optará por la prudencia, predice Marie Diron, economista del grupo de asesoría y auditoría Ernst & Young.
Christian Schulz, del banco Berenberg, considera que la combinación de la subida del euro y de la caída de la inflación -que se redujo en enero al 2%, su nivel más bajo desde noviembre de 2012-- ofrece a la institución de Fráncfort "un poco más de flexibilidad para sostener la economía si apareciera algún riesgo".

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