Económica


Sigue tensión en la Cámara de Comercio de Cartagena

REDACCIÓN ECONÓMICA

22 de septiembre de 2011 12:01 AM


Luego que un sector de la Junta le pidió a Piedad Rojas Román (presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Cartagena- CCC-) que renunciara o “se procedería a su destitución” la dirigente, en misiva enviada a los directivos, señaló que no dimitía y rechazó el procedimiento utilizado para pedirle la renuncia, del cual dijo que “viola toda institucionalidad”.
El Universal intentó en varias oportunidades un diálogo con el presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, Rolando Bechara y con Rojas Román, para conocer cómo se solucionará esta “crisis” al interior de la entidad, pero ninguno de los dos se ha pronunciado.

La misiva
Para conocimiento de la ciudadanía, transcribimos algunos apartes de la misiva que la Presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio, Piedad Rojas Román, remitió a los directivos de la entidad.
“Cuando la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Cartagena tomó la decisión de contratar con una firma especializada la selección de las personas para entre ellas escoger a quien ocuparía la Presidencia Ejecutiva de la entidad, ello constituyó una apuesta institucional de legitimidad y transparencia. Así lo entendió la ciudad y sus fuerzas vivas, que dieron su respaldo a tal decisión”.
“En el mes de enero del presente año me posesioné como Presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio con el compromiso de avanzar y consolidar ese proceso de legitimidad y transparencia para bien de la Cámara y al servicio de los más caros intereses de Cartagena, nuestra región y el país”.
“Durante estos escasos primeros siete (7) meses al frente del cargo, presento unos índices de gestión que espero mostrar a la totalidad de los miembros de la Junta, principales y suplentes, en reunión extraordinaria que estoy convocando...”.
La carta hace referencia igualmente a la manera como se le pidió la renuncia: “... el día lunes 12 de los corrientes recibí en mi despacho la visita de dos miembros de la Junta Directiva quienes me solicitaron presentar renuncia al cargo de la Presidencia Ejecutiva con la advertencia que de no hacerlo, la Junta Directiva procedería a mi destitución. Ante tan sorpresiva como sorprendente manifestación, les pregunté si existía alguna inconformidad con mi gestión y ellos manifestaron que no existían objeciones a mi gestión, pero que – para mayor sorpresa mía- la razón de tal petición radicaba en que el Presidente de la Junta Directiva, doctor Rolando Bechara Castilla, y otros miembros de la Junta consideraban que no existía ‘química’ entre la Junta y la suscrita...”.
“Este lamentable episodio, me obliga a puntualizar que paralelamente a la gestión realizada a que me he referido antes, siempre he actuado con la claridad de que nuestra Junta Directiva es el órgano de dirección estratégico y la Presidencia Ejecutiva es responsable por la ejecución de los planes y proyectos de la Cámara, sin limitaciones distintas de las previstas en la ley y los estatutos, como expresamente lo consagra nuestro Código de Ética y con las funciones establecidas en el artículo 28 de nuestros estatutos”...
....”Cuando ese marco institucional se viola, ello se traduce en  una especie de esquizofrenia organizacional con consecuencias negativas impredecibles en cuanto  ese desorden se presta, como ha ocurrido, para manejos inconvenientes y en algunos casos parálisis de proyectos y convenios específicos de la mayor importancia, o eventos en los cuales la Presidencia Ejecutiva se entera por noticias de prensa de la firma de un convenio entre la Cámara de Comercio, la Universidad del Sinú (regentada por el Presidente de la Junta y su familia) y una entidad internacional sin haber cumplido con el proceso institucional correspondiente...”.
Rojas Román agrega “ahora bien; quiero señalar sin ambigüedades mi enfático rechazo al procedimiento utilizado para pedirme la renuncia, violando toda institucionalidad en cuanto ello debió ser una decisión tomada en Junta, y se hizo de manera intimidatoria abusando de una posición dominante y en abierto, irrespetuoso e ilegal acoso laboral”.
Ante tales señalamientos sólo se espera un pronunciamiento de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, que hasta ahora ha mantenido un silencio inexplicable.

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