Tratado de Libre Comercio: Apertura o pérdida de competitividad

Durante el segundo día del debate de control político de la Comisión V del Senado, los parlamentarios le mostraron al Gobierno Nacional su preocupación por el riesgo que significa para el agricultor colombiano competir con países de primer mundo que le han dado un valor agregado a sus productos.
Los senadores le hicieron saber a los ministros de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, y de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, que la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC) resaltan las desventajas de Colombia frente a otros países que no exportan materias primas sino productos terminados.
En ese sentido, la congresista por el partido Cambio Radical Daira Galvis dijo que en Colombia “estamos muy lejos de ser competitivos” y en un plano comparativo dijo que el país es frente a las grandes potencias lo mismo que un burro amarrado frente a un tigre.
“Nos quedamos en otorgar créditos y se nos olvidaron los agricultores, para quienes es frustrante ver que para los inversionistas extranjeros sí hay grandes estímulos, porque en materia de regalías y compensaciones mineras sí somos generosos”, refirió Galvis.
Por su parte, la presidenta de la Comisión y senadora por el Partido Conservador Nora García, resaltó la importancia de un plan de restauración agropecuaria que no permita que esta actividad económica se acabe. “Hace falta solidaridad por parte del agro-comercio con los campesinos que deben asumir grandes deudas para mantenerse productivos aún bajo el riesgo de perder sus casas”, dijo.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, le recordó al Congreso que las negociaciones internacionales son un asunto de todo el Estado pues en un proceso de aprobación intervienen también el Senado y la Cámara.
Además resaltó que en ningún momento se ha pretendido hacer negociaciones “a costillas de nadie, ni en contra de nadie” y que siempre se ha buscado “que todos los sectores se beneficien a través de los consensos a los que se llegue”.
En ese sentido, se refirió el Ministro a la Alianza del Pacífico, acuerdo que integra comercialmente a México, Perú, Chile y Colombia con el objetivo de crear un bloque económico que los fortalezca para competir en mercados asiáticos. El titular de la cartera dijo que no debe verse como una amenaza sino como una oportunidad de coordinar experiencias.
De hecho, según Díaz-Granados, Colombia es el más rezagado de estos países miembros, pero tendría la oportunidad de exportar productos que de otra manera no llegarían a mercados tan distantes. “No se trata de aranceles sino de vincularnos hacia donde va el mercado con países que ya lo conocen, que tienen potencial y hablan nuestro idioma”, puntualizó el ministro.
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros también se sumó a los esfuerzos por impulsar la economía nacional e hizo un llamado a fortalecer las instituciones: “Colombia no puede perder su posición de productor en el mundo porque ha requerido de un gran trabajo”, dijo.
En cuanto al gremio resaltó los logros en renovación y tecnificación de cultivos que ya alcanza una cobertura del 96% y que el 60% de los cafetales son jóvenes y están sembrados en variedades resistentes a cambios.
“Este debe ser el año donde empiece el despegue definitivo de la producción de café en Colombia, nos veremos beneficiados de las dificultades por las que atraviesa Centroamérica en producción. Solidaridad para ellos, pero esta captación nos va a favorecer”, indicó.