“Vaca por la paz” busca donantes

La meta de este año es crear un “banco de vacas” que sirva para surtir el programa “Una vaca por la paz”, la iniciativa de responsabilidad social empresarial de los ganaderos del país, agremiados en Fedegán y liderada por la Fundación Colombia Ganadera (Fundagán), que beneficia a las familias más vulnerables del campo colombiano.
El 27 de septiembre próximo, en la “Segunda Gran Cena Gourmet, una vaca por la paz”, a celebrase en el Club El Nogal, de Bogotá, a partir de las 7:00 p.m. se espera congregar al menos a 600 donantes.
“Donar una vaca es una posibilidad de sustento y productividad para muchos colombianos”, advierten los organizadores.
El objetivo de este programa se estructura en la donación de vacas preñadas a pequeñas familias, comunidades campesinas víctimas de desplazamiento y despojo por parte de los actores armados; mujeres cabeza de familia, soldados de origen rural víctimas de las minas antipersona.
Esta campaña ya lleva más de 18 meses de vigencia y en esta oportunidad busca convocar a ganaderos, empresarios, personalidades, instituciones públicas y privadas con el fin de fomentar su campaña “Una vaca por la paz”.
“La campaña, que durará todo el mes de septiembre no pretende sin duda solucionar los problemas de miseria y pobreza que tiene el país, pero sí poner un granito de arena por parte de los ganaderos quienes han visto en la vaca una posibilidad de sustento, productividad y sostenibilidad para muchos colombianos”, advierte un comunicado de Fundagán.
Se estima que de cada 100 personas que habitan en el campo, 64 son pobres y a los más pobres de ese segmento va dirigido el programa.
“Desde que comenzó el programa el sector ganadero ha canalizado recursos cercanos a  los 4 mil millones de pesos en esta iniciativa que ha dado excelentes resultados, porque mas allá de las cifras, es el impacto social que se logra, pues tener una vaca es tener varios vasos de leche diarios para la familia, para los hijos, para el vecino...”, sostiene la presidenta de Fundagán, María Fernanda Cabal, quien ha desarrollado el programa para aliviar la pobreza y proporcionar a los campesinos un medio digno de subsistencia.
Hoy cerca  de 800 familias campesinas tienen una vaca preñada y ya han nacido 450 terneros garantizándoles a las familias la posibilidad de consumo y producción de leche.
“Con la venta de la leche y el quesito ya puedo pagar un transporte para que mis hijos puedan ir a la escuela.” dice Maribel Torre Cubillos beneficiaria del programa “Una vaca por la paz” en Bojacá en el departamento de Cundinamarca.  La red de solidaridad ha comenzado y 60 beneficiarios han entregado las primeras crías que ayudan a ampliar la cobertura del programa a nivel nacional.
Un anhelo común
Para el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, esta propuesta no pretende ser la solución a la pobreza rural pero si una alternativa realista desde el sector ganadero, no es otra cosa que el primer eslabón de una cadena de solidaridad para contribuir al logro de un anhelo común: la paz en el campo.
En Bolívar
El programa “Una vaca por la paz” se inició en Bolívar el 14 de mayo de 2010. Las primeras beneficiadas fueron las integrantes de la Asociación de Mujeres Unidas de El Salado (corregimiento de El Carmen de Bolívar). Allí las beneficiarias recibieron 10 vacas y un toro.
Estas mujeres son víctimas de la violencia,  del desplazamiento forzado y retornaron a su localidad para ser más productivas, de la mano de Fundagán.
Otros beneficiarios en el Departamento fueron pequeños productores agrícolas de las áreas rurales de Cartagena, con el apoyo del Distrito, en la pasada administración de la alcaldesa Judith Pinedo, como también familias desplazadas del corregimiento de El Bayano, en San Estanislao, norte de Bolívar, entre otros. (Lea aquí "Vacas por la paz", semillero de ganaderos)