Editorial


Alcohol y timón, trago amargo

En Colombia se vienen implementando cada vez mayores chequeos de niveles de alcohol en la sangre de los conductores, incluyendo a Cartagena, en donde los ciudadanos ya saben que se exponen a consecuencias serias si exceden los límites que permite la ley.
El chequeo con alcoholímetro implementado localmente por la Policía Nacional exige exhalar a través de una boquilla que debe ser sacada de una bolsa plástica sellada. Por ningún motivo el agente de Tránsito podrá pedirle al conductor soplar dos veces en la misma boquilla, pero si podrá hacerlo las veces que quiera cambiándola por una nueva cada vez que le pida al ciudadano que exhale en el aparato.
Aunque la Policía puede montar operativos en donde le parezca, ya comienza a haber sitios del entorno reconocidos como emblemáticos para el control de alcoholemia por quienes conducían ebrios habitualmente, como por ejemplo, el puesto de control en la Troncal de Occidente, antes de subir Loma de Piedra hacia Turbaco. Allí es normal ver varios autos confiscados que terminarán en los patios hasta que los dueños los retiren, una vez arreglada su situación. Igual puede suceder en cualquier parte del perímetro urbano o rural.
La ley vigente permite algo de alcohol en la sangre antes de considerarla una infracción, pero ya se tramita una ley que con seguridad será aprobada por el Congreso para llegar a cero tolerancia de alcohol en la sangre para quienes conduzcan automotores, y las penas por hacerlo, sobre todo cuando haya heridos o muertos en accidentes de tránsito, serán de gran severidad, incluyendo por supuesto la cárcel.
Medellín tuvo el aumento mayor en accidentes de tránsito relacionados con alcohol (373%); luego siguen Bucaramanga, San Andrés, Cúcuta y Bogotá, con 17 % de incremento. Aunque Bogotá tiene la mayor cantidad de accidentes en términos absolutos, porcentualmente el mayor aumento lo tuvo Huila, con 275 por ciento. No tenemos los datos más recientes de accidentalidad Cartagena porque el DATT aún no nos los entrega, por lo que no los incluimos aquí.
Lástima que las autoridades de Tránsito no sean igual de severas con otras infracciones graves, aun sin alcohol, como andar en contravía o pasarse en los semáforos cuando no se debe, por sólo mencionar dos de las más comunes.
Las personas tendrán que pensarlo muy bien antes de manejar en cualquier grado de ebriedad en Colombia, no solo porque podrían hacerle daño a terceros, sino porque cualquier imprudencia podría arruinarles su propia vida.
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS