El comportamiento ciudadano ha mejorado en las Fiestas de Independencia, cuyo componente popular ha crecido de manera exponencial. El reinado barrial es enorme, y las manifestaciones culturales y folclóricas también. Se puede decir que las fiestas tradicionales con sentido histórico se recuperaron y hasta mejoraron gracias al IPCC y su grupo de apoyo. A la vez, el Concurso Nacional de Belleza está cada día más comprometido con la ciudadanía rasa, a pesar de los requerimientos de algunos eventos para la televisión. Por desgracia, persisten algunos comportamientos vandálicos, como lanzar agua y a veces orines, que deberían tener una penalidad severa dentro de los códigos de Policía para desestimular a los bárbaros. También se notó un incremento en actividades que ya son extorsionistas, como atravesar troncos en vías como la Marginal del Sur, para exigir dinero a quienes la usan. No darlo implica un riesgo severo para los automovilistas. Aunque la Policía tomó cartas en el asunto, y también en contra de otros comportamientos vandálicos, no puede dedicar un agente para cada ciudadano y se necesita una campaña cívica profunda para educar a los cartageneros y evitar los desmanes de unos pocos desadaptados, pero con bastante potencial para hacer daño. Mañana en la tarde será el desfile de balleneras, que a pesar de transcurrir dentro de un área bien delimitada de la Bahía y bastante controlado en cuanto a la seguridad de las candidatas y sus embarcaciones, también tiene el potencial de dañarse si los patrones y tripulantes de las embarcaciones acompañantes no observan todas las normas dadas a conocer por la Capitanía de Puerto. El tamaño de este evento hace cada año más importante que se observen las reglas de comportamiento, ya que cada vez hay más embarcaciones en el mismo espacio, requiriendo mucha pericia y criterio para maniobrar sin accidentarlas. Aunque cada ciudadano es responsable de sus propias acciones, y aunque cada capitán es responsable del comportamiento de quienes van a bordo de su embarcación, todas las marinas deberían promover con energía y anticipación el conocimiento del reglamento para asistir al desfile de las balleneras. También deberían filtrar los malos patrones de embarcaciones, que normalmente no son ocupados, pero que en las temporadas de vacaciones y de Fiestas pueden embaucar a propietarios inexpertos de lanchas que llegan a Cartagena a última hora, pudiendo causar accidentes y problemas evitables. La Capitanía emitió un boletín que explica en detalle las normas y la forma para participar en el desfile de balleneras, tanto en los muelles y riberas de la Bahía como en las embarcaciones, por lo que no puede haber el pretexto de no conocer las reglas. El crecimiento de las Fiestas de Independencia exige una organización cada vez mayor, en la que deberían participar activamente y con anticipación todos los involucrados, especialmente las marinas en el caso del desfile de balleneras, de donde zarpan las embarcaciones cargadas con espectadores y las barras de las reinas.
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