Editorial


Cambio climático que asusta

El IDEAM emitió un boletín ayer dando cuenta de una proyección de cambio climático para Colombia entre 2011 y 2100, que asusta. El año 2100 podría parecer muy lejano hasta para quienes estén naciendo en estos días, pero el cambió en el clima no sucederá de sopetón dentro de 90 años, sino que será paulatino. Muchos de quienes están vivos hoy lo sentirán, y duro. Por ejemplo, la temperatura ascenderá 1,4º C entre 2011 y 2040; 2,4ºC entre 2041 y 2070; y 3,2ºC para 2100. El “pequeño” aumento de 1,4ºC ya será casi trágico, con un incremento en el nivel medio del mar entre 2,3mm y 3,5mm anuales, que pondrá en aprietos a la ciudad, ya que buena parte de sus áreas bajas se verán afectadas por las mareas medias más altas. La defensa contra las mareas será el objeto de un estudio que presentará la Universidad de Cartagena hoy en la Alcaldía, así que al menos esos cambios no nos tomarán por sorpresa, aunque si los alcaldes anteriores le hubieran parado bolas a los anuncios de lo que hacía el calentamiento global, muchos de ellos publicados con insistencia por este medio durante los últimos diez años, ya estaríamos arrancando obras para defender las poblaciones y barriadas vulnerables del litoral, y el Centro Histórico. Pero el calentamiento global también querrá decir que en 30 ó 40 años ya no tendremos glaciares en Colombia, lo que nos obligará a depender exclusivamente de las lluvias para el agua potable del país. La precipitación aumentará entre 10% y 14% para 2050, y entre 15% y 25% para 2080, en el Pacífico norte y central de Colombia, en Magdalena Medio, la Sabana de Bogotá, entre otros lugares. Otra parte del país tenderá a desertificarse, incluido Bolívar, en donde las lluvias disminuirán 15%, pero a la vez podría inundarse con las crecientes del Magdalena Medio hacia el litoral Caribe. El incremento en la población y la tala de bosques hará que produzcamos más CO2, lo que agravará la calidad del aire en el 50% del territorio de Colombia. Cada departamento y cada ciudad tendrían que comenzar a planear cómo sobrevivirán a los cambios climáticos, y qué pasos tienen que dar desde ahora para tratar de sacarle partido a los tiempos malos que se avecinan, al menos para que nos golpeen menos. Habrá ecosistemas que morirán y tendrán que nacer otros; habrá represas secas, y se requerirán otras en lugares distintos. La cooperación estrecha entre ciudades y departamentos vecinos será indispensable para racionalizar la inversión en soluciones comunes. Colombia tendrá que conjugar un verbo al que es poco aficionado, especialmente en el Litoral Caribe: ¡planificar! El informe hace hincapié en que el 85% de la población de la costa norte vive en sectores que serán inundables, especialmente los urbanos. La producción de arroz, el grano más consumido en Colombia, se vería afectada. ¿Qué podemos hacer en Cartagena y en Bolívar? ¿Cómo podemos parar la deforestación? ¿Cómo controlar la explotación de canteras, incluidas las que agotan los acuíferos de Turbaco? Es obvio que los cambios climáticos trastornarán la vida en el mundo entero, y que tendrán que ser enfrentados desde ahora mediante una planificación coherente.

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