Editorial


Ciudad y nivel medio del mar

Ayer Planeación Distrital anunció que se rodeará a Castillogrande, Bocagrande y El Laguito, con un dique para poner estos barrios a salvo del nivel medio del mar creciente. Es decir, ya las mareas no entrarán a sus calles cuando suba la marea. El sistema tendría bombas para evacuar el agua lluvia, y si hay marea baja, habrá salidas a la Bahía por gravedad. Es una gran noticia no sólo para los barrios anteriores, sino para el resto de la ciudad, ya que lo que se haga allí servirá para replicarlo en muchos otros, pero corrigiendo los errores que se puedan cometer. Esta idea nació de la propuesta hecha por el ingeniero Eric Thiriez en una de varias reuniones del llamado informalmente “Ecobloque”, un grupo de profesionales privados y de funcionarios, interesados en buscarle solución a los problemas ineludibles que comenzaron a causar las mareas altas en Cartagena, entre otras actividades. Aunque el fenómeno viene creciendo sostenidamente desde hace mucho tiempo, se hizo perceptible sólo con las mareas altas del año pasado, que inundaron varios barrios de forma mucho más extensa que antes, y bastante alarmante por cierto. No dudamos de que ese suceso ayudó a enfocar la atención en la magnitud del problema, que aunque era conocida mediante las noticias frecuentes en este diario y de algunos otros medios, no se había sentido por la ciudad en carne propia. Cartagena seguramente será la primera ciudad de Colombia en emprender esta clase de actividad, y con mucha probabilidad es también una de las primeras del mundo, al menos por fuera de Holanda. Por su parte, la Dirección General Marítima (DIMAR) emprenderá una campaña de concientización nacional acerca de la amenaza de las mareas, y por supuesto que también hace parte del mencionado “Ecobloque” y participa en sus reuniones, al igual que Invemar. Este trabajo mancomunado entre todos los sectores, que comienza a dar frutos en Cartagena, debería acentuarse en muchas otras actividades y pone a todo el mundo a “leer en la misma página”. La solución de poner diques alrededor de las áreas inundables es práctica, al menos mientras la marea no suba demasiado y el calentamiento global no se acelere. Los científicos estiman que de mantenerse las tendencias, el nivel medio del mar subirá entre 90 centímetros y 1,20 metros en los próximos cien años. Los diques evitarán la entrada del mar a los barrios por el litoral, pero no solucionarán la fuerza del nivel freático, que también subirá con las mareas y presionará desde abajo a calles, aceras y edificios. Eso quiere decir que el agua de mar también llegará a las calles por las juntas de dilatación, y seguramente habrá que intervenir los pavimentos para disminuir este efecto. El Centro de Cartagena es quizá el reto mayor de nuestros ingenieros, quienes ya deberían estar planeando su protección. También es un desafío para Monumentos Nacionales, cuyos paradigmas tendrán que evolucionar para permitir los diques perimetrales y las demás intervenciones que se puedan llegar a requerir allí. Cuanto antes se planifique la defensa de la ciudad contra el embate del mar, mejor.

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