En los cuatro días que lleva el IX Panamericano de Béisbol Juvenil AAA Copa Bicentenario, el público ha respondido con entusiasmo y el estadio 11 de Noviembre se ha llenado en la tarde y en la noche.
El sábado, los asistentes pudieron presenciar un partido espectacular entre Colombia y Puerto Rico, tal vez el más emotivo de todo el campeonato, con las graderías repletas y un público entusiasmado que lanzabas gritos jubilosos con cada jugada espectacular.
Parecían los tiempos de oro de este deporte, cuando los héroes deportivos de la ciudad se llamaban Abel Leal, Bartola Gaviria, Humberto Bayuelo, Eusebio Moreno, Daniel Blanco, entre muchos otros, la mayoría de los cuales vive sus años otoñales sin comodidades, pero satisfechos de haber puesto a vibrar de entusiasmo a multitudes.
Colombia juega hoy con Estados Unidos y se espera nuevamente un lleno total y el mismo entusiasmo de estos días, que pone a pensar en que la afición beisbolera no se ha muerto en Cartagena ni en la Región Caribe, pero que la falta de apoyo, de organización y persistencia ha relegado a un segundo plano, y su lugar lo ocupa el fútbol, con la fortaleza de las enormes cantidades de dinero que se mueven a su alrededor.
Ya nos hemos referido en numerosas ocasiones a este tema en este mismo espacio, y al preguntar por qué los torneos de categorías menores siempre tienen público que grita y se emociona, pero a partir de las categorías juveniles se pierde el interés, la respuesta sigue siendo la misma: no han quien se ocupe con dedicación a promocionar el béisbol a la par como un deporte de práctica masiva que como un espectáculo multitudinario, que requiere campañas publicitarias y presencia en la vida cotidiana de la gente.
La organización del Panamericano es una suma de esfuerzos combinados para lograr que la convocatoria fuera respondida plenamente por los cartageneros y visitantes, empezando por la voluntad política de la alcaldesa Judith Pinedo que puso a disposición de Copabe no sólo el escenario insignia del béisbol colombiano, sino que gestionó la disponibilidad de los otros dos y apoyó en muchos aspectos logísticos. Pero también hay que reconocer el esfuerzo de la Federación Colombiana de Béisbol, y de su presidente Jimmy Char y de todos los que han trabajado duramente para que este torneo se desarrolle con éxito.
La Federación ha dado pasos importantes para devolverle a este deporte el prestigio y la afición que tuvo hasta finales de la década de los 70, entre ellos la inclusión de Colombia entre los 16 países que disputarán cuatro cupos para el Clásico Mundial de Béisbol de 2013, abriendo así las puertas a otros miles de prospectos locales que han entrado a las organizaciones de los equipos de Grandes Ligas.
No hay justificación para que aprovechemos el entusiasmo que ha despertado el IX Panamericano de Béisbol Juvenil y con ese impulso, logremos despertar el interés por el próximo torneo profesional de fin de año, y por los campeonatos de las distintas categorías que se realizan cada año.
El estadio 11 de Noviembre debe estar lleno todo el año, y no solamente en los esporádicos torneos internacionales.
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