El Observatorio al Concejo de Cartagena y Asamblea de Bolívar comenzó a funcionar hace seis años con el propósito principal de ofrecer a la ciudadanía una información objetiva y completa sobre el desempeño de estas corporaciones, haciendo uso del derecho constitucional que tienen todos los ciudadanos de ejercer control sobre los funcionarios y las instituciones del Estado.
Ha sido una labor paciente y esforzada, que al principio no contó con la colaboración plena de los concejales, pero que ha demostrado en estos años una seriedad y una dedicación que sólo pueden cuestionar quienes persisten en ciegamente mantener a Cartagena en las fauces de la corrupción.
El martes pasado, el Observatorio presentó su informe de evaluación del desempeño del Concejo en el año 2010, en un acto al que los protagonistas –es decir, los concejales– decidieron no concurrir, con el argumento débil de que no se les envió previamente el contenido del informe citado.
Los resultados de la evaluación, además de su importancia específica para calificar la gestión del Concejo, también es una demostración de la utilidad que tiene este tipo de ejercicio de control ciudadano para hacer más eficiente el desempeño del sector público, pues al realizar una simple comparación de este año con los anteriores, se puede observar que casi todos los indicadores evaluados mejoraron.
Paradójicamente, es precisamente al acto en que se iba a resaltar el mejoramiento de su desempeño, al que los concejales deciden no asistir, invocando razones injustificables, sobre todo porque en estas tribunas de debate es donde se consolida y desarrolla la democracia.
Entre los principales logros de 2010 que el Observatorio destaca en el Concejo Distrital, están la reglamentación para la rendición de cuentas y visibilidad, y la inversión tecnológica que hicieron más productivas las sesiones, aunque irónicamente, una de las herramientas de mayor penetración para comunicarse con el ciudadano, la página web, se encuentra estancada en el año 2009.
Es satisfactorio ver que los concejales comienzan a preocuparse por mejorar su desempeño, por actuar de frente a la ciudadanía y por cumplir sus funciones de manera recta y adecuada. Falta mucho todavía, por supuesto, y por eso es imprescindible que organizaciones como el Observatorio al Concejo de Cartagena y Asamblea de Bolívar sean apoyados por la comunidad, como expresión del derecho colectivo a recibir informes de sus gobernantes y legisladores.
El Observatorio ha venido fortaleciendo la construcción de los indicadores necesarios para evaluar la gestión del Concejo, incluyendo el de la calidad del debate, para analizar la pertinencia, contenido y sustentación de las intervenciones, de manera que la evaluación no es un simple recuento de asistencia, permanencia y número de intervenciones, sino que va más allá.
El Universal sigue comprometido con la divulgación de los informes diarios del Observatorio, ahora extendida a la Asamblea de Bolívar, porque creemos que es un requisito ineludible para garantizar la transparencia y para ayudar a que los ciudadanos conozcan el talante y las acciones de quienes los representan, y puedan contar con más herramientas informativas para elegirlos.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()