Editorial


El nudo del Puente Román

Una de las soluciones más ensayadas es la de permitir cada cierto tiempo que los vehículos que atraviesen el puente hacia la Calle Larga ocupen los dos carriles durante uno o dos minutos, mientras se cierra el paso a los que vienen de la Avenida del Arsenal, de manera que se descongestione la subida, a donde confluyen casi cuatro carriles.
Esta solución ayudaría, pero hay dos circunstancias que lo impiden. La primera: los agentes del DATT no logran establecer una señal para que los carros que van a atravesar el puente hacia la Calle Larga ocupen los dos carriles, ni para que al cabo de dos minutos vuelvan a circular por un solo carril. La curvatura del puente impide la visibilidad entre el cruce de la subida y la esquina donde baja hacia la Calle Larga.
La segunda es que el flujo del puente, cuando llega a la Calle Larga, vuelve a ser obstaculizado por carros estacionados a lado y lado. Algunos son taxis colectivos que dejan y recogen pasajeros cada 30 metros, otros son de personas que descargan o reciben elementos frente a un almacén u oficina, y hay los que pertenecen a conductores descarados, que se estacionan, se bajan y se demoran 15, 20 ó 30 minutos.
Para que el doble carril funcione, debe establecerse un código de señales que entiendan los conductores y pasen ágilmente desde ambos lados del puente, o instalarse un semáforo en la subida del puente, que indique el paso por los dos carriles y lo detenga momentos después.
El DATT tiene que hacer cumplir la prohibición vigente de estacionar en la Calle Larga, metiendo en cintura a los carros que descargan productos en los negocios, para los cuales se estableció hace años un horario matutino pre laboral; impidiendo a los taxis que paren más de una vez en la calle; y retirando con la grúa a los vehículos particulares estacionados allí.
El mal estado de la vía en ciertos tramos termina de agravar este embrollo.
Este nudo de tráfico que viene realmente desde la esquina de la Avenida Jiménez con Avenida California, donde los taxis colectivos, los carros que salen o entran al parqueadero de una institución financiera, y sobre todo las busetas y buses que van a doblar hacia el Pie del Cerro, hacen imposible que en cada cambio del semáforo crucen más de dos o tres vehículos.
El DATT debe persistir en su propósito de desenredar el atasco descomunal que se forma en el Puente Román, especialmente en las horas pico, y también debe aplicar la autoridad con todo para que muchos conductores dejen de utilizar la Calle Larga como un parqueadero de su propiedad, obstaculizando a los demás vehículos.

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