Editorial


El taxímetro, única garantía de tarifas justas

En una reunión el pasado viernes entre el alcalde Campo Elías Terán, el director del DATT Edilberto Mendoza y representantes del sindicato de taxistas y de la CUT, se autorizó un incremento de mil pesos al valor de la carrera por recargo nocturno y se negó el de aire acondicionado.
Los taxistas recibieron con explicable beneplácito esta concesión, aunque deberían estarlo menos porque sobre otras dos aspiraciones suyas –la rebaja de los peajes si instalan chips en sus vehículos y que el Ministerio de la Protección les facilite su afiliación a la seguridad social– solo recibieron la promesa de hacer las gestiones pertinentes.
Es explicable por no justificable que para los conductores de taxi sea más urgente asegurar el recargo nocturno de mil pesos que estar afiliados al sistema de seguridad social, entre otras cosas porque ese recargo significa una dificultad más para los usuarios, cuyos reclamos sobre abusos en ciertas horas y días son numerosísimos, a juzgar por los mensajes electrónicos y cartas que recibimos.
¿Son razonables las tarifas de taxis en Cartagena?
Este año, en Medellín, la carrera mínima es de $4.400; en Cali es de $4.200; en Bucaramanga es de $4.000. Sólo la de Barranquilla es igual a la de Cartagena: $5.000.
Pero en todas estas ciudades, el uso del taxímetro es obligatorio, y en todas se paga un recargo nocturno de entre 1.000 y 1.200 pesos, desde las 8 de la noche.
Esta es la capital de departamento con el valor más alto de la carrera mínima de taxi, y la única donde se les autoriza un recargo nocturno desde las 6 p.m., la hora de mayor demanda. No se pueden quejar.
Pero veamos otra circunstancia local curiosa sobre las tarifas. A partir de la mínima de 5 mil pesos, los incrementos en el valor, según la distancia, crecen muy poco.
En Bogotá, la carrera mínima vale $2.900, y se cobra a partir de esa cifra, 64 pesos por cada 100 metros.
Si aquí en Cartagena hubiera taxímetro y se cobraran las tarifas de Bogotá, una carrera entre el Centro y Martínez Martelo (unos 4 kilómetros) costaría aproximadamente $5.400. En el decreto que autorizó las tarifas para este año, el alcalde Terán fijó esa carrera en $5.600. Pero si la carrera fuera hasta Los Cuatro Vientos (unos 8 kilómetros), mientras en Bogotá costaría más de 8 mil pesos, aquí vale $6.500, y a medida que vamos más lejos aumenta la diferencia.
Eso quiere decir que para un taxista es más rentable hacer carreras cortas y circunscritas a los barrios de estratos más altos. ¿En  algún lugar del decreto se estableció la obligación de realizar carreras a cualquier sitio de la ciudad? ¿Qué sanción tiene un taxista que se niegue a realizar una carrera a los barrios más apartados?
Finalmente, durante la reunión del viernes, el alcalde Terán dijo que para la Administración distrital era impopular aprobar recargos por el aire acondicionado en taxis. ¿El recargo nocturno desde las 6 p.m. sí es popular?
Ya es hora de establecer el uso del taxímetro en Cartagena, pues sólo con él puede garantizarse cierto equilibrio entre los intereses de los taxistas y de los pasajeros.

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