Editorial


Elecciones en la Cámara de Comercio

La nueva junta directiva de la Cámara de Comercio de Cartagena será elegida el próximo 3 de junio, pero hoy es el último día para inscribir o modificar las listas de aspirantes, de las cuales había 8 inscritas al escribir este editorial. Además de los 6 miembros principales y 6 suplentes de la Junta que son elegidos, hay 3 principales y 3 suplentes adicionales nombrados por el Presidente de Colombia, para un total de 9 principales y 9 suplentes. Como recordarán los lectores, la Cámara de Comercio tiene dos categorías de miembros: la primera es la de los matriculados, a la que pertenecen todos los comerciantes inscritos en la entidad; y luego están los afiliados, que además de tener sus empresas matriculadas como todos los demás, pagan derechos por algunos servicios privados que ofrece la Cámara. Durante muchos años, sólo los afiliados tenían derecho a elegir y ser elegidos en la Junta Directiva, pero a partir de 1971, el Código de Comercio determinó que las juntas las elegirían los afiliados sólo cuando constituyeran el 10% o más del total de los matriculados. En caso de que los afiliados no llegaran a ese límite, la junta la elegirían entre ambos, afiliados y matriculados, y podrían ser miembros de la junta las personas de los dos grupos. En la Cámara de Comercio de Cartagena la cantidad de afiliados estaba por debajo del 10% del total de matriculados en las elecciones del año 2000, cuando tuvo lugar la primera votación en la que participaron afiliados y matriculados, pudiendo aspirar los miembros de ambos grupos a la Junta Directiva. Antes de ese año, las juntas se reelegían rutinariamente y a dedo, con muy pocos cambios entre sus miembros. A partir de 2000 se democratizó la junta, pero también comenzaron las campañas en donde algunos grupos utilizaron buses, camisetas, música y demás elementos de corte populista, prestados a las campañas politiqueras típicas de la ciudad de entonces, y en algunos sectores de la de ahora también. A las Cámaras de Comercio les convendría otra reforma en la manera de elegir su Junta, para que los distintos sectores estén representados proporcionalmente. Al elegir por mayoría, como sucede ahora, hay grupos que adquieren un poder desmesurado, sin tener un peso proporcional en el Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad. No convendría que los económicamente más poderosos, pero numéricamente menores, dominaran a sus anchas en la Junta; tampoco conviene que lo hagan las mayorías numéricas, pero minorías económicas. Las Cámaras de Comercio –reiteramos- necesitan llegar a alguna forma de proporcionalidad en la composición de sus juntas. Queda un poco más de dos semanas hasta las elecciones de Junta Directiva del 3 de junio, y convendría que todos los aspirantes estén pensando en lo que le conviene más a la ciudad, y no en el avance de sus propios grupos ni de sus intereses particulares. Las Cámaras de Comercio han sido llamadas el “gremio de gremios”, un título que obliga a pensar en el bien común por encima de todo.

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