El fiasco del Emisario Submarino tiene que ser manejado de otra manera, como anunciaron que harán los voceros de Aguas de Cartagena y EDT Marine Constructions, el contratista responsable de las obras en Punta Canoas, con el monitoreo de la Capitanía de Puerto. Para concluirlas, por supuesto, tendrán que enderezar el enredo de la tubería del Emisario.
Después de un remolque inicial fallido y del desconcierto por la rotura de la tubería en las que hasta ahora parecen dos secciones, una a cargo de un remolcador en Bajo Grande, a dos millas al Oeste de la ciudad, y la otra en el bajo Nokomis, con una parte hundida que la “fondea” allí, todo es urgente, aunque el enfoque de emergencia y de improvisación iniciales tiene que dar paso a una planificación certera.
No hay lugar a holgura, porque la situación de los tramos del Emisario sigue siendo muy dinámica y puede empeorar en cualquier momento, especialmente ahora que los vientos Alisios -llamados brisa y no viento en el argot marinero local-, entrarán a dominar a las demás condiciones meteorológicas. Ya en Nokomis, donde está varado uno de los tramos, hay olas oceánicas con fuerza suficiente para desbaratar el segmento que está allí en muchos pedazos más si no se rescata pronto.
El Universal entrevistó al gerente de Aguas de Cartagena, Francisco “Paco” Pérez Tena, el día en que el Emisario Submarino salió de la bahía de Cartagena, en donde fueron armados los siete tramos originales (6 de 600 metros de largo cada uno, y uno de 700 metros de largo), remolcados desde Noruega, país fabricante. Frente a las aguas tranquilas de Bahía Honda, EDT Marine Constructions ensambló (con seis uniones y 880 lastres de hormigón) los 4,32 kilómetros de tubería de dos metros de diámetro.
Francisco Pérez le explicó las generalidades del proyecto a El Universal en un video que aún tenemos en nuestra página electrónica (www.wluniversal.com.co) y entre otras cosas, Pérez Tena dijo que habían planeado una ruta hasta Punta Canoas, destino final del Emisario Submarino, en aguas de poca profundidad para “por si acaso” sobrevenía algún percance, que entonces parecía muy remoto, el rescate de la tubería fuese fácil.
Lamentablemente se llegó a la situación antes impensable, y ahora no sólo tienen que ser eficaces los esfuerzos por rescatar la tubería del Emisario Submarino, sino que ningún segmento puede quedar a la deriva, porque pondría en peligro la navegación mayor y menor. Ayer flotaba un tramo estimado en más de 100 metros de largo por quienes lo vieron, media milla al Oeste de Nokomis, a las 10.30 am, sin ninguna señalización, incumpliendo las instrucciones directas de la Capitanía de Puerto de Cartagena a EDT Marine Constructions.
No se puede permitir que por un descuido como ese, los que hasta ahora son apenas daños materiales, degeneren en percances de embarcaciones o en muertes de navegantes.
Por lo mismo, cualquier tramo fuera del agua debería ser señalizado de inmediato y monitoreado más regularmente para evitar accidentes.
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