La Empresa para la Seguridad Urbana de Medellín (ESU) reportó una disminución de los homicidios en esa ciudad, entre el 1 de enero y el 23 de mayo de 2012, con respecto al mismo periodo de 2011, y se lo atribuye a la implementación de un sistema de seguridad más eficiente, cuyo soporte tecnológico son las cámaras de vigilancia, situadas en los puntos más críticos, según la recurrencia de casos.
Mientras en 2011 se presentaron 770 homicidios en los primeros cinco meses del año, en 2012 esa cifra se redujo a 425, es decir, un 44,8% menos.
Medellín puso en marcha a finales del año pasado el Sistema Integrado de Seguridad y Emergencias Metropolitano, con el fin de fortalecer la lucha contra el crimen, cuyo componente principal es un conjunto de 400 cámaras de vigilancia, que funcionan las 24 horas y que, gracias a la Ley de Seguridad Ciudadana promulgada en 2012, permitirán utilizar las imágenes captadas y grabadas por ellas, para judicializar y condenar a los delincuentes como si hubieran sido sorprendidos en flagrancia.
Se cuenta además con unas 1.200 cámaras de bancos y otras empresas, gracias a una alianza público privada de seguridad.
En abril pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgó un reconocimiento al sistema, al que calificó como "un innovador desarrollo tecnológico en América Latina y el Caribe".
Pero la estrategia no sólo se aplica a la seguridad, sino a cualquier emergencia, facilitando la convergencia de la labor de los organismos de seguridad del Estado, emergencias, médicas, movilidad y prevención de desastres.
Los paisas, que promueven y divulgan ampliamente sus logros, han puesto como ejemplo este sistema de seguridad, que evidentemente ayuda a las autoridades a ser mucho más efectivas en la protección de los ciudadanos, porque desestimula a los criminales al dificultar su accionar.
Un sistema de seguridad similar podría establecerse en Cartagena, aprovechando la instalación de nuevas cámaras y la reparación de las dañadas, para enfrentarse con herramientas eficaces al crecimiento de la criminalidad, especialmente en la modalidad de sicariato, que se ampara en la dificultad para identificar y procesar a los criminales.
La consolidación en Cartagena de un sistema de vigilancia permanente como el de Medellín, que demostró su eficacia en sólo seis meses, ayudaría muchísimo a incrementar la confianza de la ciudadanía en las autoridades y en los planes de seguridad.
Por supuesto, no basta con tener una infraestructura tecnológica moderna, para reducir el crimen. El éxito de este sistema integrado es que ayuda a que la Policía y los organismos de socorro respondan con mayor rapidez y eficacia las llamadas y mensajes que realizan los ciudadanos desde cualquier dispositivo y en cualquier punto geográfico de la ciudad.
Medellín es pionera en el número único de emergencia y en el uso de estas cámaras. La modernización reciente del sistema es apenas un paso más para aprovecharlas mejor.
Valdría la pena que Distriseguridad conociera a fondo el funcionamiento del sistema de Medellín, para replicar en Cartagena lo que nos sirva para reducir las cifras de homicidio que este año siguen creciendo.
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