Los Montes de María acaparan algo del interés nacional, pero también –afortunadamente- mucho del internacional. Los delegados de las embajadas europeas en Colombia andan de gira y han hablado no sólo con las autoridades, sino con los propios afectados por la violencia: los campesinos. Ayer se reunieron el gobernador (E) de Bolívar; un delegado del Gobierno Nacional; Germán Sierra Anaya, rector de Unicartagena; Alfonso Múnera, Director del Observatorio de Paz para Montes de María; Frank Porte, Primer Secretario y jefe de Cooperación de la Unión Europea en Colombia; y miembros de la Cooperación española; la Cooperación de Polonia; un delegado de la Embajada Británica; otro de la Cooperación de Francia; uno de la Cooperación Holandesa; y dos representantes de la Embajada de Suecia. Los Montes de María son considerados como el tercer “laboratorio de paz” en Colombia, siendo el primero el del Magdalena Medio. Para la región Caribe, especialmente Sucre y Bolívar, Sincelejo y Cartagena, lo que ocurra en los Montes de María tiene una importancia enorme. En una época, la parte alta de los Montes de María era la retaguardia impenetrable de las Farc y otros grupos guerrilleros, en donde cometían muchos desmanes y desde donde lanzaban acciones violentas hacia el resto de la región, y la parte baja el escenario de las atrocidades paramilitares. No podemos cansarnos de repetir que la paz de Cartagena, Sincelejo y demás poblaciones de Sucre y Bolívar depende en gran parte del bienestar de los Montes de María. Frank Porte aseguró que habrá una partida de 29 millones de euros para ayudar a garantizar el buen funcionamiento de la tercera etapa del laboratorio de paz hasta 2012, especialmente el cumplimiento de sus tres objetivos principales: una buena gobernabilidad en el área; mejorar las condiciones de vida de sus habitantes; y lograr el arraigo de los derechos humanos, no como un sonsonete vacío y recurrente, sino como una práctica de vida. La Universidad de Cartagena está vinculada a los Montes de María a través de su observatorio de paz para esa región, financiado por la Unión Europea, y hace una labor importante de recoger datos para entender mejor lo que sucede allí, y para ayudar a que se cumplan las tres líneas de acción principales, todo bajo la tutela de la organización Desarrollo y Paz de los Montes de María, a cargo del Padre Rafael Castillo. No sabemos qué van a encontrar los visitantes de la Unión Europea, aparte del buen trabajo de Desarrollo y Paz, aunque no podrán evitar darse cuenta de que el factor primordial para el bienestar de los campesinos, la tierra buena, está principalmente en manos de compradores de otras regiones, y que los retornados no tienen suficiente terreno para trabajar. Si la Unión Europea tiene alguna influencia con el Gobierno colombiano, debería presionarlo para remediar esta situación.
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