Editorial


Formación ciudadana

De manera discreta, pero profundamente eficaz, se realizó el año pasado una labor trascendental para hacer que las comunidades de los Montes de María conocieran a las instituciones responsables de la atención de sus necesidades, y se enteraran de qué manera pueden interactuar con ellas, convirtiendo su condición de ciudadanos en un ejercicio de responsabilidad y participación.
En veredas y corregimientos de El Carmen de Bolívar, San Jacinto, Ovejas y San Onofre, se hizo realidad durante cinco meses un proyecto para fortalecer la gobernabilidad democrática, diseñado por el programa Colombia Responde en alianza con los gobiernos locales, y ejecutado por la Fundación Cívico Social (Funcicar), consistente en talleres de formación política para capacitar a los líderes cívicos y a toda la comunidad en las herramientas para el libre ejercicio de la ciudadanía, al tiempo que se les puso en contacto con la oferta de instituciones gubernamentales y no gubernamentales para consolidar la participación y control ciudadanos.
El resultado de esta labor, realizada con estrategias pedagógicas de aprendizaje-acción novedosas y creativas, es la formación de numerosos líderes ciudadanos que replicarán el cúmulo de conocimientos adquiridos sobre métodos de trabajo en equipo, movilización ciudadana hacia la participación y formas de ejercer el control de la gestión pública.
Simultáneamente, muchos candidatos a cargos de elección popular participantes de los talleres y foros, recibieron formación en gobernabilidad, presupuesto participativo, contratación pública, y control político y social.
Este programa puede considerarse como la puesta en marcha de una escuela de gobierno y de ciudadanía, que tanta falta hace en todo el país, pero especialmente en las zonas que hace cierto tiempo eran el escenario de la acción armada de grupos al margen de la ley que no sólo mataron y aterrorizaron a la población, sino que la obligaron a emigrar o a convertirse en ciudadanos invisibles, resignados a vivir como se les imponía. Muchas de estas fuerzas oscuras intentan recuperar el territorio perdido, por lo que los programas realizados son valiosísimos para empoderar a la ciudadanía.
Por lo mismo, esta iniciativa logra insuflar en la comunidad una claridad conceptual que los pone a salvo de las células políticas de las guerrillas y de otros grupos delincuenciales, infiltradas en movimientos ciudadanos de acción solidaria.
El programa no se limitó a la capacitación, sino a la consolidación de ese aprendizaje en espacios abiertos de discusión e intercambio de experiencias sobre cómo el ciudadano puede cultivar una relación madura con el Estado, como la llamada Feria de la Gobernabilidad Democrática, en la que las comunidades exponían sus experiencias sobre participación y las instituciones estatales rindieron cuentas de su gestión.
Fue destacable la participación numerosa de los ciudadanos en todas las actividades desarrolladas en cumplimiento del programa.
Experiencias exitosas como esta podrían replicarse en otros sectores rurales y en las comunidades urbanas, con la creación de grupos unidos de ciudadanos que participen en las decisiones que afectan su calidad de vida y que se conviertan en veedores de la gestión de los gobernantes.
Seguramente, Funcicar tiene a disposición de las organizaciones cívicas, las estrategias y memorias de este proyecto, como base para diseñar otros similares.

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