Editorial


Identidad y participación afrodescendiente

En sesión número 64 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se proclamó el 2011 como el Año Internacional de los Afrodescendientes, un sector que en Colombia representa cerca del 11% de la población total, según reciente informe del Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y que todavía enfrenta notables desventajas con respecto al resto de la población.
En el censo de 2005, 321.459 cartageneros se reconocieron como afrodescendientes, lo que equivale al 36% de la población total, calculada en 892.162 habitantes, el mayor porcentaje con respecto a las principales ciudades del país.
Como los de toda Colombia, los afrodescendientes de Cartagena, especialmente las mujeres, reciben ingresos muy bajos y distantes de los que reciben otros grupos poblacionales; tienen menos oportunidades de acceso a bienes básicos y servicios como la educación y la salud, y menos oportunidades de conseguir empleo, al punto que la tasa de desempleo entre ellos es casi cinco puntos porcentuales más alto que el promedio en la ciudad.
En tales condiciones, requieren con urgencia el cumplimiento de los objetivos trazados por la ONU para este año, que se resumen en el fortalecimiento de “las medidas nacionales y la cooperación regional e internacional en beneficio de los afrodescendientes en relación con el goce pleno de sus derechos económicos, culturales, sociales, civiles, y políticos, su participación e inclusión en todas las esferas de la sociedad y la promoción de un mayor respeto y conocimiento de la diversidad, su herencia y su cultura”.
Ayer en la tarde se presentó en la Casa Afro Aikú, ubicada en el Barrio Militar de Crespo, el libro “Participación e Incidencia Política de la Población Afrocartagenera”, editado por el PNUD como parte del proyecto Prólogo (Propuestas Locales de Gobernabilidad), un proceso de formación de nuevos liderazgos entre las comunidades negras de Cartagena.
Esta investigación ofrece herramientas invaluables para el análisis sobre la participación e incidencia política de la población afro en la ciudad, permitiendo no sólo que esta comunidad se haga más visible, sino aportando argumentos irrebatibles para justificar una política más incluyente para su acceso a los cargos de representación política.
El estudio se realizó en las comunidades de Arroyo de Piedra, Bayunca, Islas del Rosario y Barú, y contiene una línea de base sobre la cultura política afrocartagenera, que se ha establecido por primera vez en la historia de Cartagena y sus corregimientos. Se complementa con las reflexiones de las propias comunidades sobre esos datos, lo que permite también una visión completa en torno a las expectativas de los afrodescendientes y sus más grandes anhelos.
Existen en Cartagena 57 organizaciones sociales afrodescendientes con trabajo comunitario, según datos del PNUD revelados en el libro, la tercera parte de las cuales fue constituida en los últimos cinco años, y cuyos objetivos comunes son la defensa  del territorio ancestral y étnico ambiental, y el fortalecimiento de la cultura afro y el rescate de sus tradiciones.
El panorama desolador de la situación social de los afrodescendientes y los datos que muestran su voluntad de afianzar su identidad y contribuir al desarrollo global de la sociedad local, ameritan que no sólo el Gobierno, sino la empresa privada y el resto de la población los acompañen en este propósito.

 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS