La Isla de Reje queda en el municipio de Arjona, entre tierra firme y el Canal del Dique. En invierno se inunda y en verano es un paraíso verde. Tradicionalmente ha sido un territorio de uso veranero en disputa entre ganaderos y agricultores campesinos.
En la temporada seca, es la tierra prometida para las reses a las que ya no les queda nada que comer en “tierra firme” y que llegan a Reje nadando a disfrutar de pastos naturales verdes y tiernos.
Según los campesinos, los ganaderos improvisan cercas y corrales insuficientes para contener las reses, que se comen sus cultivos de pancoger. Por su parte, los ganaderos creen que los campesinos dañan las cercas para que el ganado se coma sus sembrados, convirtiendo a los finqueros en compradores forzosos de cultivos muchas veces pobres en resultados. Es probable que ambos tengan algo de razón.
Los cultivos veraneros del área del Canal del Dique se llaman “de sereno” porque se creía que su crecimiento se lo daba el sereno, en vez de lo que ocurre en verdad: los irriga el agua del subsuelo mediante la capilaridad de una tierra ribereña cuyo nivel freático está a pocos centímetros de la superficie.
Ahora un campesino de Isla de Reje cree que su tierra tiene petróleo y se armó un revuelo local porque de varios sitios brota un líquido viscoso, negro, parecido al petróleo y que además tiene el olor inconfundible de los hidrocarburos, especialmente del diésel. Los reporteros y demás visitantes han visto y fotografiado el fenómeno en varios lugares de la parcela del agricultor de pancoger.
Ante el revuelo mediático, Ecopetrol envió personal a investigar. El interlocutor de El Universal en este caso es Reficar, más por amabilidad suya que porque esa compañía sea responsable de investigar lo que sucede allí.
Hay mucha especulación acerca del hallazgo. Ecopetrol anunció que por allí no pasa ninguna de sus tuberías, lo que descartaría la primera sospecha de la fuente del “petróleo” que brota del subsuelo: una tubería rota.
Añade a la mezcla de incertidumbre y esperanza que el campesino dice que Ecopetrol exploró allí hace algún tiempo y dejó amojonamientos con marcas técnicas, y dice que desea que haya petróleo para vender su parcela a buen precio. Para una mente ingenua sería otra forma de ganarse la lotería, quizá porque no sabe que el subsuelo en Colombia es de la Nación.
Pero Ecopetrol -ojalá por cautela y no por una mala política suya- ha sido parca al informar al público y ya se especula que el origen del supuesto “petróleo” que mana del subsuelo vendría de tambores abandonados por la propia empresa o sus contratistas cuando exploraron el subsuelo de Isla Reje hace algún tiempo.
Convendría que Ecopetrol dejara su hermetismo y le dijera a la comunidad qué ha hecho en el área y que cree que puede estar sucediendo, en vez de tratar a la prensa con evasivas a través de terceros, comprensiblemente incómodos por el asedio informativo.
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