Editorial


Juan Carlos Gossaín, gobernador

Con 272.302 votos fue elegido el candidato del Partido Liberal, Juan Carlos Gossaín, como gobernador de Bolívar para el período 2012-2015, con un programa de gobierno llamado “A todos nos va bien”.
Éste, según el propio aspirante, se sostiene sobre los pilares del respeto a la persona humana y a la naturaleza, la aplicación de la Ley de Víctimas, la protección de las comunidades vulnerables y los grupos de minorías, el manejo transparente y probo de los recursos públicos, el impulso a la cultura y la aplicación de los principios liberales en la construcción de la sociedad.
Como ha ocurrido con casi todos los candidatos, desde cuando empezó la elección popular de gobernadores, el programa de Gossaín es un compendio de la situación del departamento, sus potencialidades y un conjunto de propósitos ambiciosos, cuyo cumplimiento depende de acciones que el gobernador electo dejó para ser formuladas en el Plan Departamental de Desarrollo.
La primera línea estratégica del programa de Gossaín incluye características que son de por sí una condición inherente a todo gobierno: transparencia institucional, modernización administrativa, consolidación de las finanzas públicas para el desarrollo regional, planeación sostenible del desarrollo regional y la implementación de sistemas de seguimiento, evaluación y control interno.
Sin embargo, como sólo en algunos períodos se cumplieron cabalmente estas condiciones, la comunidad bolivarense espera que ahora sí haya despliegue amplio de todos los actos de gobierno, incluyendo los procesos licitatorios y contractuales.
Las otras líneas estratégicas incluyen el compromiso de adelantar obras de gran envergadura, como la construcción y mejoramiento de la malla vial, de una infraestructura hospitalaria de alta complejidad y de sedes educativas de gran calidad, incluyendo megacolegios.
También se compromete Gossaín a construir corredores productivos y a impulsar la tecnificación del agro y apoyar las empresas productivas rurales, lo cual debería incluir el manejo de crecientes y almacenamiento de agua para regar y potabilizar.
Tendrá que pulir su política minera, que es ahora uno de los sectores económicos más polémicos y del cual depende gran porcentaje de los habitantes del sur de Bolívar.
Gossaín también se comprometió a poner en marcha las leyes de Víctimas y Restitución de Tierras, un reto enorme, en el que deberá lidiar con actores ilegales que han sembrado la violencia en el departamento.
No hay duda de que el programa de Gossaín está lleno de buenas intenciones, pero su ejecución real mostrará si logró garantizar la transparencia y la probidad, por ejemplo, en procesos como la próxima adjudicación de la concesión del chance.
Para afrontar los retos de la economía global y los TLC, la Alcaldía de Cartagena y la Gobernación de Bolívar deberían desarrollar planes estratégicos conjuntos, en vez de seguir siendo ínsulas. A ambos les interesan las buenas vías departamentales y locales, y ambos son dolientes de los daños crecientes del Canal del Dique en la bahía de Cartagena.
Juan Carlos Gossaín se ganó el derecho a liderar un ente territorial y demostrar –como ha dicho de distintas maneras- de qué madera está hecho. El Universal desea que le vaya muy bien durante su cuatrienio.

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