Editorial


La energía alternativa

Hace poco tiempo, el calentamiento global era apenas un concepto y bandera de lucha de los “verdes” más radicales, pero una idea lejana y cansona para el resto de la gente. Que el calentamiento global venga del uso excesivo de combustibles fósiles, y que su combustión cree gases de efecto invernadero, que se quedan atrapados en la atmósfera, calentándola y derritiendo los hielos antes perpetuos, y que además desgastan la capa de ozono, era una retahíla de moda en algunos círculos estrechos, pero prescindible e ininteligible en casi todos los demás. Hoy eso cambió en muchos lugares, incluida Cartagena. Aquí el calentamiento global ya es una realidad agobiante, que cubre las calles de agua salada porque aumentó y sigue aumentando el nivel medio del mar, permitiendo que al agua salada se nos meta en la casa, literalmente hablando. El mar de leva ya no rompe lejos de la orilla, como antes, sino en ésta, y con frecuencia, en las calles del litoral. Y cada año es peor. A pesar de todo, hacemos poco por frenar el calentamiento global, que depende de la suma de nuestros consumos individuales de los combustibles fósiles. En Cartagena, por ejemplo, estamos pensando en cómo defendernos de las mareas altas, pero hablamos poco de la solución verdadera: disminuir el consumo de combustibles no renovables. Ya los fabricantes de automóviles, por ejemplo, incluyen más y más modelos eléctricos, o mixtos entre eléctricos y a gasolina. Los combustibles tienen porciones con la etiqueta “bio”, como el biodiesel. O el etanol, que la lleva implícita. Sin embargo, a veces es fácil creer que en el caso de muchos biocombustibles, el remedio es peor que la enfermedad. Para producirlos hay que tumbar árboles para hacer cosechas, y así disminuimos la “fábrica” de oxígeno, y además, en su producción utilizamos motores que consumen combustibles fósiles, asemejándose sospechosamente a un círculo vicioso. ¿Cuáles son las alternativas? Las mejores son la energía solar y la eólica, sin despreciar la hidráulica, especialmente en las regiones montañosas de Colombia. Pero lamentablemente, tenemos poca exposición a los avances en energía renovable, y deberían volverse cotidianos. El 22 y 23 de noviembre habrá un evento en Cartagena que ayudará a masificar el entendimiento de las fuentes alternativas de energía: el “I Taller para los Ganadores del Concurso de Innovación Energética IDEAS 2010”. Su objetivo es “escuchar a los ganadores, pero también…;que se involucren…;la Alcaldía, sector académico, filantrópico y empresarial nacional y local…;para impulsar la innovación y el emprendimiento en la región”. Los ganadores expondrán sus proyectos, que no son abstractos, sino de la vida real y para mejorarla. Felicitamos a los organizadores: GVEP International, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cooperación Alemana (GTZ), y les deseamos un éxito rotundo. Pero sobre todo, felicitamos a Cartagena por ser sede del evento. Ya era hora de que alguien nos ayudara a comenzar a pensar con pertinencia. Por ejemplo, que la energía “alternativa” ¡es obligatoria!

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