Editorial


La tragedia de las motos

Si aquí creemos que las motos son un problema de tránsito grave, en Medellín, donde son de uso particular, ya crean un caos.
Un artículo del 19 de julio de 2011 en El Colombiano habla de la accidentalidad alarmante de los motociclistas en esa ciudad. En el primer semestre de 2011 sus policlínicas atendieron 1.714 personas accidentadas en moto.
El periódico cita al jefe de ortopedia de un hospital, quien dijo: “La relación de los accidentes es directamente proporcional a la cantidad de motos”, además de permitirles ver “de todo” en lesiones: amputaciones, desfiguraciones y gente parapléjica. 2011 terminó con 176 motociclistas muertos en esa ciudad. Y en lo que va del 2012, 47 personas murieron en motos y hubo 5.313 heridos.
Traemos a colación las estadísticas de Medellín porque allá –repetimos- no hay mototaxismo, sino motos privadas y de empresas para sus mensajeros y aun así la accidentalidad es enorme.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántas motos hay en Cartagena, pero casi todas las fuentes de El Universal creen que pasan de 50 mil. En 2011 hubo 1.214 accidentes en moto en Cartagena y murieron 29 personas, incluyendo 7 peatones y 5 parrilleros.
El problema tiende a agravarse, entre otras cosas porque las motos son un medio de transporte barato y práctico en una ciudad donde el transporte público masivo es una tortura.
En estos días El Universal ha acompañado los operativos del DATT contra el ruido en los buses y a pesar de su esfuerzo, sigue el abuso contra los pasajeros en la gran mayoría de estos vehículos, estimulando el uso de las motos.
Otra ventaja de las motos es que van puerta a puerta donde no lo hace ningún otro vehículo público, siendo el transporte popular más eficiente, por lo que tiene demanda a pesar de sus peligros evidentes.
El mototaxismo seguramente se podrá disminuir si Transcaribe resulta un éxito, aunque no hay mucha esperanza de que las rutas alimentadoras lleguen hasta los barrios más necesitados si no reparan las vías pésimas que hay allí.
El transporte público en motos también ha cobrado otras víctimas en el afán de las autoridades por reprimirlo: los usuarios particulares para quienes son su transporte personal, además de quienes son mensajeros en las empresas de la ciudad. Estos grupos sufren injustamente la represión contra el mototaxismo.
Y por supuesto, también son víctimas de la represión originada contra el mototaxismo, los conductores de motos de alto cilindraje (de 500 cc hasta 1.600 cc), quienes por casi el mismo dinero podrían andar en automóvil, pero prefieren dos ruedas, contaminando menos, ocupando menos espacio en las calles y gastando menos asfalto que si anduviesen en carro.
La represión injusta al motociclismo legal y responsable muestra la incapacidad de las autoridades para controlar a los ilegales. Su reto será cómo meter en cintura al mototaxismo, tener mucho mejor control de los infractores de todos los grupos para aminorar la accidentalidad, y también, cómo no seguir perjudicando a los motociclistas legales.

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