Como ha sido tradicional en Colombia, al posesionarse, los mandatarios sintetizan en su discurso inaugural las principales acciones de su Gobierno, y Juan Manuel Santos lo hizo con promesas específicas. Dentro de cuatro años, a la hora de evaluar su desempeño, este discurso servirá de referencia para saber si cumplió las metas fijadas en su programa. El nuevo Presidente ratificó su propósito de que su gobierno sea de unidad nacional, de convergencia de los partidos, no como repartición burocrática, sino como alianza, con acuerdos sobre la democracia, el desarrollo económico y la justicia social. Insistió en que esa unidad no impedirá el ejercicio de una oposición seria, para la cual ofreció todas las garantías. Se comprometió también a mantener las condiciones para una prensa libre, sin censura y que pueda cumplir su labor fiscalizadora. Estableció como base de su administración la transparencia y el buen gobierno, se comprometió a rendir cuentas amplia y frecuentemente, y anunció que presentará al Congreso un proyecto para el estatuto integral contra la corrupción, para endurecer las penas y blindar los recursos públicos. Ofreció duplicar los subsidios de vivienda social y construir un millón de casas en los cuatro años de su gobierno, y acceso a la salud para todos los colombianos. Reiteró su propósito de impulsar la creación de empleo, garantizando que se pagarán salarios y prestaciones justas, y se fijó la meta de reducir el desempleo a cifras de un dígito. La educación será una prioridad en su gobierno, mejorando rotundamente la calidad y fijándose la meta de que cada estudiante tenga acceso a un computador, anunciando que impulsará una ley que destine el 10% de las regalías a la educación, la ciencia y la tecnología. Para el campo, anunció el impulso a una ley de tierras, mayor agilidad en los procesos de extinción de dominio con el fin de entregar esas tierras a los campesinos, capacitándolos para que produzcan más y mejor. También se comprometió a impulsar una Ley de Ordenamiento Territorial que propicie autonomía a las regiones para diseñar su propio desarrollo y dijo que creará el Fondo de Compensación Regional, para hacer equitativo el crecimiento de las regiones. Santos fue tajante al anunciar que seguirá luchando con firmeza contra los grupos armados ilegales, aunque dijo que la puerta del diálogo sigue abierta, siempre y cuando estas organizaciones liberen a los secuestrados, suspendan los actos terroristas y dejen de reclutar niños a la fuerza. Prometió todo el respaldo a las Fuerzas Militares en su lucha contra el terrorismo y las organizaciones criminales, pero hizo una declaración de principio: el respeto a la vida, el respeto a la libertad y la defensa de los derechos humanos. Estas son, en términos generales, las promesas del presidente Juan Manuel Santos, y la mayoría de los colombianos estamos dispuestos a contribuir con todo nuestro esfuerzo, a que logre cumplirlas.
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