Thomas, que ha sufrido varias metamorfosis entre tormenta tropical y huracán con toda la barba, se dirige hacia el oeste por el mar Caribe, y amenaza con pasar a su estado más violento luego de un receso engañoso. Nuevamente, la ciudad se prepara para otra arremetida, con la esperanza de que las lluvias no sean tan fuertes como las de hace tres días. La inundación del sector industrial de Mamonal fue violenta, como no se había visto nunca antes. Algunas personas atribuyen las aguas aportadas por el caño Casimiro no sólo a las lluvias, sino a que en Turbaco habían “abierto la compuerta”, aunque nadie precisaba dónde está ni quién la opera. La compuerta parece un mito urbano, y es como hablar en Colombia de “el tigre”, como si fuera uno sólo, ubicuo, en todo el país. Te va a comer el tigre; abrieron la compuerta. La cuenca hidrográfica que corre hacia Mamonal no tiene grandes represas cuyas válvulas de alivio se abran durante los aguaceros grandes, como sí las hay en la cuenca que va de Turbaco hacia la Ciénaga de la Virgen, en donde hay mucha más probabilidad de que la famosa compuerta funcione. Lo que no se ha dicho acerca de la inundación de Mamonal es que en el área de Turbaco, incluida la vertiente de Turbana, cayeron 160 mm de agua ayer, según la medida hecha en la finca El Balcón, sobre la Troncal de Occidente a la altura de Loma de Piedra. La precipitación se mide en recipientes con escalas numeradas y fáciles de leer, diseñados para representar la cantidad de agua que cae sobre un metro cuadrado de superficie. Una lluvia de más de 40 mm es un aguacero; una de 60 mm es un aguacerazo; y una de 160 mm es un diluvio con las consecuencias vistas recientemente. Afortunadamente, la ciudad está mucho más preparada para enfrentar las crecientes porque la mayoría de los caños han sido limpiados y drenan mejor, aunque como dijimos ayer, la única solución segura es la relocalización de los barrios subnormales de las cotas bajas, hacia cotas altas. A pesar de lo anterior, las inundaciones siguen siendo un peligro latente y toda la ciudadanía debería estar preparándose para ayudar a los ciudadanos menos afortunados. ¿Cómo hacerlo? Ayer se reunieron la Alcaldesa y su equipo en El Universal con distintas autoridades (Armada, Policía, Bomberos, etc.) y estamentos, incluido el sector privado, y acordaron que el centro de recolección de víveres no perecederos y “kits” de emergencia, sería a partir de hoy el Coliseo de Deportes de la Base Naval, en donde la ciudadanía y las personas jurídicas podrán llevar sus donaciones. En las inundaciones de 2004, la ciudadanía donó con entusiasmo y se pudo ayudar a conjurar la crisis. Desde hoy hasta que se acaben las lluvias de 2010, las únicas compuertas que se deberían abrir de par en par son las de la solidaridad, por lo que el Coliseo de Deportes debería inundarse con la ayuda de los cartageneros y demás colombianos.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()