Editorial


Mareas y algo más

El “Papel de trabajo 32, de Desarrollo Sostenible”, titulado “Tierra sitiada: variaciones recientes en el nivel del mar a través de las Américas”, de la Universidad de las Indias Occidentales, en Trinidad (Tobago), trae datos nuevos e interesantes con respecto a los cambios en el nivel medio del mar, cuyo incremento es cada día más amenazador para las ciudades costeras del mundo. Pero parece que aquí las mareas altas, y sobre todo los estragos que causan por el incremento en el nivel medio del mar como consecuencia del calentamiento global, hubiesen pasado a un segundo plano ante las inundaciones por el desbordamiento del Canal del Dique en Atlántico y Bolívar.
Sin embargo, planificar y ejecutar las defensas costeras para defender a la ciudad y a la región de las inundaciones por agua salada es urgentísimo, especialmente ahora que las lluvias elevaron al Magdalena y al Canal del Dique a unos niveles jamás soñados antes de este invierno, con los desastres conocidos. Las lluvias torrenciales y las mareas altas son la combinación perfecta para las tragedias de la mayoría de los barrios marginales de la ciudad.
El trabajo de la Universidad de las Indias Occidentales dice que hasta hace muy poco, la única preocupación por las mareas la tenían los armadores y capitanes de barco para determinar a cuáles puertos podían entrar, y con cuánta carga, que por supuesto depende del calado de los canales de acceso y de los muelles. Por lo mismo, la información recolectada ha sido para la navegación marítima, y no para llegar a conclusiones acerca del cambio climático y su influencia sobre el mar.
Adicionalmente, el “Papel de Trabajo 32” enfatiza un fenómeno geológico del que nunca se habla, al menos en Cartagena, con respecto al cambio en las mareas, y es que a través de las Américas, hay lugares que se hunden y otros que siguen emergiendo del mar dado el movimiento de las distintas placas tectónicas. Cartagena, desafortunadamente, está en uno de esos sitios que se hunden lentamente en el mar.
El estudio menciona a Cartagena varias veces y dice lo que sabemos: que su zona costera está muy amenazada, y con ella su población y su industria turística.
“La tendencia general es hacia el incremento en el nivel del mar, con una tasa mayor hacia las regiones ecuatoriales. Superpuesta a esta tendencia está un componente geológico más significativo”, que como dijimos, es el movimiento tectónico.
Luego dice el estudio: “Hay áreas particulares que se hunden a tasas más altas que la tendencia general. Dados los datos analizados, las áreas costeras preocupantes son: …; iv) Bolívar, y posiblemente una parte mucho mayor de la Costa Caribe colombiana”.
En 2011 no hay motivos para optimismo en cuanto a las entradas cada vez más profundas del mar en las calles de la Cartagena costera, pero las mareas altas no deberían tomarnos por sorpresa este año, sino que la ciudad necesita recibirlas con planes de manejo de tráfico bien preparados, y sobre todo, acelerar las soluciones de fondo.

 

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