Editorial


Montes seguros, agro ingreso inseguro

El martes pasado las Fuerzas Armadas de Colombia, encabezadas por el General Freddy Padilla De León, invitaron a 60 periodistas nacionales e internacionales a conocer los avances de la Transversal de Los Montes de María, que sale de El Carmen, pasa por Caracolí, La Cansona y Macayepos, para salir a Chinulito, sobre la carretera de San Onofre. Es decir, atravesará lo más agreste de los Montes de María y unirá a aquella vía con la Troncal de Occidente. La carretera fue proyectada con 32 kilómetros de longitud, pero gracias a ahorros por los ingenieros del Ejército que la construyen con su maquinaria, tendrá 48 kilómetros de largo y nueve metros de ancho en vez de los 7 metros propuestos inicialmente, todo con el mismo presupuesto. En El Carmen esperaban líderes populares de la mayoría de los municipios montemarianos, y todos coincidieron en exaltar la labor de las Fuerzas Armadas de Colombia en la pacificación de este territorio martirizado durante años por diversas guerrillas y por las autodefensas. Pero todos también resaltaron el incumplimiento del resto del Estado, cuya burocracia, como siempre, anda con pies de plomo. En los Montes de María falta de todo: carreteras a las veredas, salud pública, electrificación, acueductos, alcantarillado, colegios y trabajo digno. Y uno de los obstáculos mayores es que los campesinos que han retornado no sólo no tienen tierras donde trabajar, sino que según algunos de los asistentes, a muchos que fueron adjudicatarios de parcelas del viejo Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora) y no pudieron pagarlas, se las está rematando el INCO para vendérselas a terratenientes. Los Montes necesitan grandes emprendimientos agropecuarios para generar empleos decentes y para tecnificar las prácticas agrícolas y pecuarias, pero sólo después de que a los campesinos se les garantice tierra donde trabajar. Negárselas es recrear las condiciones de donde germinaron la insatisfacción y luego las guerrillas y los “paracos”. Mientras a los campesinos no se les resuelve esta carencia y se les “mama gallo”, literalmente hablando, hay una venta de cantidades enormes de tierra a foráneos, lo que enredará aún más la consecución de tierras fértiles para los más necesitados de ellas. Es increíble que mientras el programa Agro Ingreso Seguro (AIS) entregaba miles de millones a ricos en todo el país, no se le ocurría al Gobierno dirigir esos fondos hacia quienes más los necesitan, como son los campesinos de la nación, y particularmente los de lugares tan sacrificados como los Montes de María. No basta ahora con la amenaza de investigaciones ni con que el Presidente y algunos funcionarios se rasguen las vestiduras por lo sucedido con el programa AIS, sino que además de determinar responsabilidades y recuperar el dinero, deberían desplegar la misma eficiencia para resolverles el problema de tierras a los campesinos como tuvieron para repartir la plata entre quienes la necesitaban muchísimo menos. El Gobierno está a tiempo para poner esos dineros al servicio de los campesinos de Montes de María, cuyos ingresos no solo son inseguros, sino que no tienen cómo producirlos sin tierras de labor.

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