Editorial


Sail Cartagena de Indias 2010

En 2005 comenzamos a hablar del Sail Cartagena de Indias en El Universal. Luego se hizo aquí en 2006 un preámbulo a la visita que hoy ocupa a la ciudad, con la participación de unos cuantos “Tall Ships”. El evento que comenzó ayer se veía en 2006 como un suceso futuro deseable, pero remoto. Cuatro años después, están aquí 10 veleros escuela formidables, del mismo número de países: Colombia, Uruguay, España, Venezuela, Chile, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Argentina y México. La travesía los llevó por muchos de los peligros de la navegación del pasado, mejor representados por el periplo alrededor del Cabo de Hornos, el terror de los navegantes de entonces y de ahora. Allí el mar tiene una fiereza difícil de imaginar desde tierra, y aterradora en el sitio, según cuentan los afortunados que han hecho esta travesía. Aunque los barcos de hoy son mucho más fuertes y seguros que las naos de madera de pioneros como Magallanes, quien también lo navegó, el Cabo de Hornos aún puede hundir cualquiera nave, y cruzarlo a vela sigue siendo una hazaña. El Sail Cartagena de Indias 2010 tiene mucho simbolismo, en primer lugar, por la celebración del Bicentenario de la Independencia, que incumbe a casi todas las naciones que enviaron sus naves. Muchas son hermanas o tienen mucha cercanía histórica. Los promotores de la Independencia en el continente se conocían y se ayudaron, como lo recordó el presidente Uribe en su discurso de ayer al inaugurar las actividades locales del Sail. La navegación de estos barcos por los países de Latinoamérica y del Caribe es un buen pretexto para una cercanía mayor entre los gobernantes, los marineros de todos los rangos, y los pueblos. Compartir aventuras como esta no es de poca monta para oficiales navales ni cadetes. Para los colombianos, es un honor que estas maravillas flotantes estén en nuestro puerto principal, y para los cartageneros también, además de una experiencia inesperada. Ni siquiera los nativos habían imaginado que desconocieran algo tan importante de su ciudad, pero al ver estos barcos en el puerto se comprende que la fisonomía y el alma misma de Cartagena habían estado incompletas desde que “Las carabelas se fueron para siempre de tu rada”. El Tuerto López también hubiera gozado con el bosque de mástiles y velámenes de los barcos escuela, que ayudan a intuir la esencia oculta de la ciudad antigua. Cartagena nunca será la misma para quienes hayan experimentado su reencarnación a través de estos veleros colosales. Sail Cartagena de Indias 2010 se debe a muchas personas y entidades de Colombia y de fuera. Su Junta Directiva incluye a la Armada Nacional, Alcaldía, Alta Consejería Presidencial para el Bicentenario, Proexport, Sociedad Portuaria Regional de Cartagena, Corporación Turismo Cartagena de Indias, Concurso Nacional de Belleza, RCN Radio y Televisión, y lo patrocinaron Telefónica, Grupo Aval, Ministerio de Transportes, Sena y Compañía Nacional de Chocolates. Le sugerimos respetuosamente a la Armada Nacional que –dado el éxito enorme del Sail- que se debe en buena parte a su esfuerzo, comience a planear la próxima versión.

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