Santos prepara el despegue

Es evidente que Juan Manuel Santos está dando todos los pasos para que su gobierno esté engranado antes del 7 de agosto y poder arrancar corriendo, sin dar palos de ciego. Santos fue quien estrenó el Ministerio de Comercio Exterior en el gobierno de Gaviria, y le tocó arrancarlo de cero, una pelea dura porque además de tener que hacerlo marchar bien, implicaba quitarles competencias a varios ministerios, cuyos titulares no querían perder poder y le mostraban los dientes. También trajo la Internet a Colombia cuando parecía una quimera, bajo el liderazgo de una cartagenera, Rossana Trucco, quien se paseó el país explicándole a la gente de qué se trataba este servicio de la “conectividad”, casi incomprensible entonces, pero vital para el mundo de hoy. Su equipo comienza a reunir a mucha de su gente de siempre, toda preparada y capaz. Escoger gente idónea es uno de los talentos de Santos y ha recurrido a algunas personas que lo han acompañado siempre, como Germán Cardona, el nuevo Minvías, quien además fue alcalde estrella de Manizales hace unos años, y es un empresario exitoso y no un culebrero de pueblo. Cardona no llegará a improvisar, y ojalá que le ponga mucha atención al Canal del Dique, en el que el gobierno de Uribe perdió 8 años, lastimosamente; y a las doble calzadas entre Cartagena y Barranquilla, incluyendo la que vendrá por la Vía del Mar, pasará por las playas turísticas y terminará frente a Tierrabomba. Una parte la pagará el Distrito, pero la construirá el Gobierno Central. La Canciller que Santos acaba de designar, María Ángela Holguín, también es una veterana de la diplomacia, inteligente y capaz, y con la ventaja de que cuando era embajadora en Caracas, le hablaba a Chávez al oído. Desde cuando Holguín salió de la embajada en Venezuela, a sus sucesores los trataban como a funcionarios de cuarta categoría, y les costaba trabajo hablar hasta con el canciller venezolano. Con este nombramiento, Santos no sólo muestra su sagacidad, sino que reafirma que quiere tener las mejores relaciones con Venezuela, a pesar de sus rifirrafes constantes con Hugo Chávez, por lo que los contactos, conocimientos y profesionalismo de Holguín serán indispensables para coexistir con el mandatario vecino. El columnista del Miami Herald, Andrés Oppenheimer, escribió que Santos es considerado pragmático aun por José Manuel Vivanco, de Human Rights Watch, por lo que prevé una mejoría pronta en sus relaciones personales con Obama y el partido Demócrata, que tienen frenado el Tratado de Libre Comercio (TLC) en el Congreso de ese país, en buena parte por carecer de química con Uribe, el gran amigo de George Bush. Mientras las personas cercanas a Santos no comiencen a confundir la Unidad Nacional que propone el presidente electo para asimilar las propuestas de gobierno mejores de los candidatos derrotados por él, con el unanimismo, ni traten de aislarlo de la realidad cotidiana del país, la de Santos podría ser una receta exitosa para despolarizar a Colombia.